31 de diciembre de 2013

El año de El investigador cultural

El pasado 14 de marzo iniciábamos El investigador cultural, una nueva sección que se ha revelado como una de las más seguidas por nuestros lectores.

Desde esa fecha, y cada viernes, hemos dedicado un post a una interesante y necesaria iniciativa cultural y/o artística. En el último día del año, queremos recordar a todas las entidades, iniciativas y propuestas culturales que han sido objeto de nuestra atención.

Deseándonos un Feliz Año Nuevo, nos despedimos hasta el próximo día 7 de enero.


24 de diciembre de 2013

El hobbit. La desolación de Smaug. En la buena senda



Larga ha sido la espera para los que, a pesar de los reparos iniciales –suscitados por el anuncio de que la primera obra en prosa de J.R.R. Tolkien iba a ser troceada en tres partes para su adaptación cinematográfica-, cayeron rendidos ante El hobbit. Un viaje inesperado, un film que no sólo captaba el tono del texto original, sino que introducía algunos de los elementos que harían de El señor de los anillos una de las obras literarias más valoradas de todos los tiempos.

El hobbit. La desolación de Smaug comparte con su predecesora muchos de sus más logrados aciertos, como un ritmo trepidante y sostenido a lo largo de todo el metraje, un reparto de lujo –con nuevas incorporaciones y las magníficas interpretaciones de Ian McKellen, Richard Armitage y, sobre todo, Martin Freeman-, una acertada banda sonora –firmada nuevamente por Howard Shore-, una excelentísima factura técnica –que regala al espectador la visión de paisajes y decorados de ensueño y la recreación de los más variados y terribles personajes surgidos de la pluma de Tolkien- y, por supuesto, grandes dosis de humor y guiños varios, como el cameo del propio Peter Jackson o la divertida alusión a Gimli por parte de Légolas, lo que, por cierto, remite al argumento de El señor de los anillos. La comunidad del anillo.


El mayor atractivo de El hobbit. La desolación de Samug reside, no obstante, en la apuesta de Jackson por vincular, aún más, el tono y la trama de esta segunda entrega de El hobbit con la obra posterior de Tolkien y, por ende, con su propia trilogía fílmica de El señor de los anillos, lo que convierte al presente film en una obra más seria y aún más épica que su predecesora.

De hecho, son los pasajes más oscuros –y no las escenas de acción que trufan casi todo el metraje- los momentos más impactantes del film. Baste citar, por ejemplo, el encuentro de Gandalf con la figura del Nigromante –a quien pone voz Benedict Cumberbatch- o el momento en el que, tras encarnizada lucha contra las enormes arañas que pueblan el Bosque Negro, Bilbo golpea hasta matar al gigantesco bicho que amenaza con hacer desaparecer bajo sus fauces el maléfico anillo bajo cuyo poder ya ha empezado a sucumbir, de forma irremisible, el tío de Frodo.

Sin embargo, El hobbit. La desolación de Smaug no está exenta de los elementos que lastraban el resultado final de su antecesora, como una cierta sensación de déjà vu y algunas licencias creativas que en esta segunda parte, y para disgusto de muchos de los incondicionales de la obra de Tolkien, se han extremado hasta el punto de haberse cambiado casi por completo algunos de los hechos más importantes descritos en el relato original, amén de la introducción de personajes inventados por Jackson y sus guionistas.

Esas licencias creativas, sin embargo, no han resultado en absoluto desacertadas en dos de las escenas más logradas del film, la huída por el río de los enanos escondidos en barriles y, sobre todo, el primer encuentro entre Bilbo y Smaug, que en la obra original se produce en la distancia y en la presente adaptación, cual un guiño a la famosa serie protagonizada por Freeman y Cumberbatch, se materializa vía careo en un intenso momento tan sólo mermado por el excesivo uso de efectos sonoros, innecesarios para una voz, la de Benedict Cumberbatch, que no requiere de ningún aderezo acústico.

En cualquier caso, El hobbit. La desolación de Smaug sigue la buena senda marcada por su predecesora el pasado año, por lo que la espera de la tercera y última entrega se antoja sumamente larga.

Y hasta aquí la reseña. Regresamos el día 31 con la última noticia del año.

¡Os deseamos una muy Feliz Navidad!


20 de diciembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Club 1001 Lectores




El Investigador Cultural de este viernes lo dedicamos a un muy interesante proyecto, el Club 1001 Lectores, el club de lectura de La Esfera Cultural.

Teniendo como máximo objetivo el convertirse en un lugar de encuentro virtual para lectores y amantes de la literatura, el Club 1001 Lectores contribuye a la promoción del tan necesario hábito lector. 

Las ventajas de formar parte de este proyecto en pro de la lectura son, por otra parte, sumamente atractivas para los usuarios y, tal y como se enumeran en su apartado "¿Por qué?", serían las siguientes:
  1. Leerás autores y libros a los que nunca te hubieras acercado. 
  2. Te aseguras lecturas interesantes. 
  3. Aprenderás a leer mejor. 
  4. Motivación
  5. No harás una sola lectura del mismo libro. 
  6. Nuevos contactos. 
  7. Otros beneficios: descuentos en libros, participar en sorteos,...
Para poder participar en el Club 1001 Lectores, lo primero que hay que hacer es darse de alta y seguir las reglas de uso descritas en el apartado "Sobre el Club". Una vez convertido en socio, el usuario podrá participar en la votación de las 10 obras propuestas por el comité –cada inicio de mes se sugieren un máximo de 10 títulos-, además de debatir, comentar y proponer otros libros. Con un excelente criterio, el Club 1001 Lectores aboga principalmente por aquellas obras que no sean ni mediáticas –los consabidos bestsellers- ni conocidas.

Los títulos de los libros que, hasta la fecha, han sido escogidos y valorados por los miembros del club pueden consultarse en la sección "Veredictos libros". En la parte superior izquierda de la pantalla aparece la imagen del último libro comentado y, pulsando en la portada del mismo, el usuario podrá acceder a los comentarios y, si lo desea, contribuir con su opinión. En la parte superior derecha, por otra parte, aparece la portada del libro que el club está leyendo en ese momento e, igualmente, el usuario, tras clicar la imagen, podrá contribuir en el foro con sus aportaciones.

Como no podía ser menos siendo un proyecto netamente digital, el Club 1001 Lectores cuenta con perfiles en las principales redes sociales:


Google+  

Animándoos como siempre a visitar los enlaces propuestos, os deseamos un buen fin de semana cultural.


17 de diciembre de 2013

Un 2014 cargado de propuestas culturales

Con un 2013 prácticamente finiquitado, no hemos podido resistirnos a indagar sobre qué nos deparará el año que viene en cuanto a propuestas culturales.

Tras intensa búsqueda, he aquí nuestra selección de los films, novelas y cómics que nos han parecido más interesantes y cuya llegada esperamos expectantes.

13 de diciembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Arte Open Views




El Investigador Cultural de esta semana lo dedicamos a Arte Open Views, un proyecto artístico y cultural organizado por Barbara Bacconi –historiadora, curator y crítica de arte- y Federico Zanetti –web designer, CMO y profesional del marketing.

La principal finalidad de Arte Open Views es la de promover la creación artística en diferentes lugares expositivos como, por ejemplo, el taller de un artista. Esos diferentes espacios expositivos se convierten así en auténticas plataformas para dar a conocer el trabajo de artistas, creadores y curators encargados de difundir la cultura y el arte.

En 2014, Arte Open Views llega a su Segunda Edición y, en esta ocasión, se ha escogido a Madrid como ciudad de desarrollo. Con respecto a la edición de 2013, la de 2014 incluye dos novedades que se detallan –junto a las bases de participación- en el apartado Convocatoria 2014. La fecha límite para rellenar el formulario de solicitud es el 16 de enero de 2014, por lo que los interesados aún tenéis más de un mes para poder formar parte de tan interesante proyecto.


Quienes, por otra parte, quieran convertirse en patrocinadores de esta iniciativa tienen oportunidad de hacerlo, tal y como se detalla en la sección “Patrocinadores”.

Como no podía ser menos, este singular proyecto se vale de la Web 2.0 para su propia difusión y cuenta con un Blog y perfiles en las principales redes sociales:




Google +   

Para finalizar, os recomendamos que visitéis los enlaces proporcionados, la página web del proyecto y, también, la de una de sus organizadores, Barbara Bacconi.

¡Buen fin de semana cultural y artístico!


10 de diciembre de 2013

Blue Jasmine. Un, de nuevo, magistral Woody Allen



Posiblemente no exista cineasta en activo más prolífico que Woody Allen. De hecho, podrían contarse con los dedos de una mano las veces en las que el director, guionista y actor neoyorkino –amén de clarinetista y ocasional cantante, compositor y productor- ha fallado a su proyecto cinematográfico anual. Con ese ingente volumen de trabajo continuado, resulta obvio que no todas las obras facturadas por Allen puedan alcanzar el estatus de excelsas, aunque muchas de ellas son, sin contestación alguna, auténticas obras maestras de obligado visionado. A ese selecto grupo pertenece, sin duda, la genial Blue Jasmine.

Retrato magistral de dos mujeres aparentemente opuestas, Blue Jasmine se inscribe en ese difícil género que tan bien domina el cineasta norteamericano, la tragicomedia, aunque su metraje está impregnado por un tono sumamente pesimista, dolorosamente palpable en los momentos en los que su principal protagonista parece haber hallado la clave para reinventarse a sí misma y, cual ave fénix, resurgir de sus cenizas.

Ese tono sombrío se ve abundado, además, por la poca o nula condescendencia con la que Allen disecciona a sus personajes, en especial a Jasmine, a la que muestra acuciada por el temor a la soledad y rota por su devastador sentimiento de culpa, pero incapaz, a pesar de todo, de despojarse de su profundo egoísmo.

Con un argumento totalmente deudor de la coyuntura económica, Blue Jasmine también se constituye como una acerada y acertada crítica al sistema capitalista y a algunos de sus más sacrosantos lemas, como el de la caridad pública hacia los más desfavorecidos y las buenas causas, una mentalidad netamente embebida en la cultura de raigambre protestante que, si bien probadamente necesaria para sectores como el de la cultura -cuántos museos, centros e iniciativas culturales anglosajones no se han beneficiado de ella vía patrocinadores y mecenas- responde, muchas veces, a la voluntad de escalar en sociedad por parte de aquellos ciudadanos que, como el marido de Jasmine –un muy acertado Alec Baldwin-, nadan en la abundancia pero cuentan con un pasado con poco o nulo lustre.


Sin embargo, donde Woody Allen resulta más demoledor es en su sibilino ataque a la gran máxima del mundo capitalista y del sueño americano, el trabajo duro. Un trabajo que, mal que le pese a algunos, nunca conduce, por muy arduo que sea, al enriquecimiento escandaloso. A esa abundancia sólo se llega si median otros factores, como la suerte vía juegos de azar o las actividades fraudulentas, y el mejor ejemplo de ello son los propios protagonistas del film, los en un tiempo acaudalados Jasmine y su esposo o la hermana de ésta y sus parejas sucesivas, condenados a trabajar de por vida en empleos que jamás les reportarán más emolumentos que los justos y necesarios para sobrevivir.

No cabe duda de que Blue Jasmine difícilmente habría alcanzado su excelsa perfección de no haber contado con un plantel de lujo y, sobre todo, con la absolutamente fantástica Cate Blanchett, sublime en todos los estados antagónicos a los que las circunstancias personales abocan a su personaje y en esos tics neuróticos tan allenaianos que hacen de Jasmine una suerte de trasunto del propio cineasta, aunque con un toque de la inolvidable Blanche DuBois de Tennessee Williams. De hecho, en más de una escena, Blue Jasmine recuerda poderosamente a la versión cinematográfica de Un tranvía llamado deseo filmada por Elia Kazan en 1951.

En el plano más técnico, el último trabajo de Allen cuenta con una esmerada puesta escena –con bien engarzados flashbacks- y una magnífica imagen –obra del virtuoso Javier Aguirresarobe-, lo que, unido a todo lo anterior, lo convierten, insistimos, en un film de obligado visionado para cualquier cinéfilo militante.


5 de diciembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Caravan Cultura



El primer Investigador Cultural del último mes del año lo dedicamos a otra muy interesante iniciativa cultural.

Caravan Cultura es una empresa radicada en Madrid y dedicada a la producción, la itinerancia y la promoción de exposiciones de fotografía y arte contemporáneo, tanto de artistas como de instituciones –cuyos nombres aparecen listados en el apartado “Quienes somos” de su página web.

Las diferentes e interesantes exposiciones que Caravan Cultura ha organizado hasta la fecha han sido agrupadas en los siguientes apartados y en la sección de “Histórico”:

  • Fotografia, donde se dan a conocer exposiciones de fotógrafos como, entre otros, Lee MillerWeegee o Sabine Weiss.                                   
  • Música, con exposiciones sobre esta temática y sobre cultura popular contemporánea.
  • Green, sección en la que diferentes fotógrafos especializados en la naturaleza –como, por ejemplo, Ingo Arndt o Herbert Ponting- exponen su trabajo.

Cabría destacar, además, que Caravan Cultura también ofrece actividades formativas, tal y como se muestra en su interesante sección “Didáctica”.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar la presencia de esta iniciativa cultural en las principales redes sociales:

Animándoos como siempre a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un muy feliz fin de semana cultural.


3 de diciembre de 2013

Metrópolis (1927)

Años antes de que Fritz Lang dejara su notable impronta en Hollywood con la factura de films memorables, ya había rodado Metrópolis (1927), obra maestra del Séptimo Arte y fuente de inspiración de numerosas películas, como, por ejemplo, la deslumbrante y ya mítica Blade Runner (1982).

Considerada como Memoria del Mundo por la Unesco, Metrópolis no ha llegado a nuestros días tal y como la rodara Lang. No obstante, y a pesar de haberse perdido para siempre algunas escenas –consecuencia de los recortes realizados para su distribución fuera de Alemania-, la preservación de esta obra singular ha quedado asegurada gracias a una cuidadosísima restauración que fue comercializada en 2010.

Siguiendo con nuestra idea de recordar los films clásicos que más nos han gustado, dedicamos este post a la gran Metrópolis. 

29 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Emilianensis




Este viernes dedicamos nuestra atención a Emilianensis, un proyecto que, auspiciado por la Fundación de San Millán de la Cogolla, la Orden de Agustinos Recoletos y el Ayuntamiento de San Millán de la Cogolla, tiene como objetivo la valorización y el fomento del patrimonio cultural y natural del valle de San Millán y de los monasterios de Suso y Yuso, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad (UNESCO) en 1997.


Esta iniciativa cultural cuenta con el apoyo económico del programa comarcal “La Rioja Occidental” y se sustenta en un programa de desarrollo turístico y educativo que incluye actividades culturales dirigidas a diferentes públicos, entre las que destacan las concebidas para ser realizadas en familia -Un territorio para explorar en familia- o los talleres destinados a niños en edad escolar -Talleres de patrimonio para escolares.

La página web del proyecto Emilianensis, en su apartado "Organiza tu viaje", pone a disposición del usurario información diversa y toda una serie de recursos de interés sobre la zona del Valle de San Millán, como, por ejemplo, una selección de hoteles y restaurantes, los horarios y tarifas de los monasterios de Yuso y Suso o guías de diferentes rutas de senderismo.

Otro apartado interesante de la web es el de "Noticias", situado en el margen derecho de la pantalla y que, como su nombre indica, recoge todas aquellas noticias relevantes que hagan mención de la zona de San Millán de la Cogolla.

Conscientes del valor de las redes sociales como herramientas de difusión cultural, Emilianensis cuenta con perfiles en las principales redes sociales:


Como siempre, os recomendamos que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados y os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura.


26 de noviembre de 2013

La infancia de Alan. Una preciosa novela gráfica



Hace casi dos décadas, un encuentro fortuito hizo posible que el hoy aclamado historietista Emmanuel Guibert conociera, durante unas vacaciones en la Isla de Ré, a Alan Ingram Cope, un estadounidense afincado en Francia que había combatido en la Segunda Guerra Mundial.

A partir de aquel momento, entre ambos hombres se fue fraguando una estrecha y sólida amistad que, en los años venideros, propiciaría la realización de una de las más celebradas obras de Guibert, La guerra de Alan, una novela gráfica servida en tres entregas y basada en las vivencias de Cope durante su etapa como combatiente.

Pocos años después de editarse el tercer tomo de esta serie, Guibert ha vuelto a adentrarse en el pasado de su amigo para elaborar su última obra, La infancia de Alan, una suerte de precuela que le ha hecho merecedor del premio al Mejor Dibujante Extranjero, concedido por la revista Dolmen en la pasada edición de los Premios de la Crítica 2013.

Tejida a través de los recuerdos de Cope y realizada con una enorme ternura, La infancia de Alan sumerge al lector en uno de los más interesantes momentos históricos de Estados Unidos, la Gran Depresión –la profunda crisis económica desatada a raíz del Crack del 29- y el período de entreguerras.

Absolutamente lograda en planteamiento y desarrollo, La infancia de Alan resulta una obra excepcional desde su mismo inicio, con unas primeras y grandes viñetas a todo color que trasladan al lector a una enorme autopista californiana y que, a medida que se van pasando las páginas, van cambiando su tonalidad cromática -mostrando así el avance de las horas y el declinar del día- para acabar dando inicio, con total ausencia de color, a la historia que da título a esta novela gráfica.

Guibert se vale del relato en primera persona –asumiendo así el papel de Cope- y de un estricto blanco y negro para realizar su inmersión en el pasado de su protagonista; un pasado que no es mostrado de forma lineal -aunque exista un hilo narrativo-, sino que se confecciona, como lo hace la propia memoria humana, a base de fragmentos, privilegiando algunos hechos sobre otros e imbricándolos con aquellos acontecimientos y circunstancias que marcan la memoria colectiva de un determinado período histórico.

La infancia de Alan se constituye así como un magnífico aporte a la llamada microhistoria, esa tendencia historiográfica que aborda los hechos históricos desde una perspectiva por completo alejada de héroes y próceres y, por ende, centrada en vidas anónimas, como la de Alan, marcada por la pérdida de un ser muy querido, pero también, y definitivamente, por la escasez y la miseria de los años de su infancia y por su participación, aún siendo muy joven, en una contienda bélica que, aún mundial, quedaba geográficamente muy lejos de su país.

Desde el punto de vista más artístico, cabría destacar la magnífica composición de unas viñetas que, protagonizadas por unos personajes caracterizados con portentoso realismo, se ven aderezadas con la inclusión de fotografías reales y retocadas y con una gran profusión de detalles que, en algunos momentos y para recalcar hechos y recuerdos muy concretos, brillan por su ausencia, quedando sus protagonistas -solos o acompañados- sin más accesorio que un fondo blanco o negro.

La infancia de Alan es, en definitiva, una novela gráfica que difícilmente dejará indiferente a ningún lector y que, dadas las fechas que se avecinan, puede ser un muy buen regalo para cualquier aficionado al Noveno Arte.


22 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...BORDER




En esta ocasión, nuestro Investigador Cultural se desplaza hasta el otro lado del Atlántico, concretamente a México, para descubriros Border, un centro cultural especializado en arte contemporáneo emergente.

En tanto espacio artístico alternativo, Border apoya a nuevos artistas dando a conocer su obra a través de su propia infraestructura, que deviene así en una auténtica plataforma artística y el lugar en el que se pueden hallar las diferentes convocatorias de exposición, en el propio centro o bien colaborando con otras entidades –sería el caso de Adidas, con las becas Adidas Border.

Border, además, lleva a cabo diferentes acciones –presentadas de manera detallada en sus apartados “Quién” y “Qué”- en el ámbito de las artes visuales, multimedia y grafiti/arte urbano y divididas en las siguientes secciones:
Producción
Vinculación
Formación 
Investigación

A través de su página web, Border ofrece, además, diferentes talleres presenciales y virtuales centrados en estas disciplinas artísticas y formación específica en moda contemporánea gracias a su Diplomado en Moda Contemporánea.

En su web, Border también facilita a los usuarios su programa de producción de artistas nacionales e internacionales -2006-2012-, disponible a través de su sección “Archivo” y con un sistema de localización que permite buscar por artista, disciplina, palabra clave o visionar todo el conjunto.

En la página web de Border destacan, además, otras secciones: Prensa y + Reciente

Por supuesto, y como no podía ser de otra forma, esta iniciativa artística y cultural mexicana también está presente en la Web 2.0:
Animándoos como siempre a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana cultural y artístico.

19 de noviembre de 2013

Días sin hambre. Un descenso al infierno de la anorexia



Muchos años antes de convertirse en una aclamada escritora, Delphine de Vigan padeció una enfermedad que la condujo a un estado que tan sólo podría calificarse como la misma antesala de la muerte.

Famélica, con un peso inferior a los cuarenta kilos y un cuerpo que ya prácticamente no la sostenía en pie, la autora francesa –entonces una joven estudiante de diecinueve años- hubo de ser ingresada en un centro hospitalario especializado en su dolencia, la anorexia.

De Vigan habría de permanecer en aquel hospital varios meses, los justos para conseguir que su cuerpo alcanzara los cincuenta kilos y los suficientes para consignar por escrito, en notas y libretas, todo el sufrimiento –tanto físico como psicológico- que comportó el tratamiento médico al que fue sometida. Pasado el tiempo, aquellos escritos darían pie a la redacción de su primera novela, Días sin hambre, publicada en 2001 bajo el pseudónimo de Lou Delvig y que ahora llega a las librerías españolas.

Dura, sobria y esperanzadora. Estos podrían ser los adjetivos que mejor definiesen esta primera obra de Delphine de Vigan, una novela que, por su propia temática, no resulta un plato fácil de digerir –no en vano, y en una suerte de catarsis, la autora francesa desgrana su día a día en el hospital describiendo muy vívidamente su difícil proceso de curación-; sin embargo, lejos de constituirse como un relato de desaforado dramatismo teñido de morbosidad –ésa a la que bien pudiera prestarse la descripción de una enfermedad como la anorexia, que comporta un deterioro físico tan extremo-, la obra de De Vigan se constituye como una narración ponderada, sobria –que no fría- y, sobre todo, optimista hasta el punto de ser una lectura más que recomendable para todos aquellos lectores que hayan padecido, en sus carnes o en las de sus seres queridos, los devastadores efectos de una enfermedad tan mediática como poco conocida.

De hecho, es en la descripción de las causas que conducen a esa enfermedad donde reside el mayor acierto de Días sin hambre. Unas causas que, reveladas de forma dosificada por la autora a lo largo de su obra, nos descubren que la anorexia no responde solamente al empecinamiento por alcanzar un determinado canon de belleza, sino que puede ser consecuencia de problemas muchísimo más serios, como los de Laure –el alter ego de De Vigan-, con una infancia marcada por la violencia verbal, el abandono y la locura.

En cuanto a los terribles efectos de la enfermedad, Días sin hambre resulta un relato inquietante por no ceñirse exclusivamente a la publicitada imagen de las personas aquejadas por la anorexia, sino por incidir en los paralelismos entre esta dolencia y aquellas otras derivadas de las drogodependencias, como, por ejemplo, la sufrida por una joven cocainómana con la que Laure acabará identificándose en más de un momento.

Con un ritmo narrativo muy sostenido, Días sin hambre resulta a ratos, no obstante, un relato un tanto caótico, especialmente en aquellos párrafos con una ausencia flagrante de los necesarios signos de puntuación. Este recurso, sin embargo, se revela sumamente efectivo para diseccionar a Laure, mostrando sus carencias, deseos, logros, miedos e inseguridades. Para lograr ese vívido retrato de su alter ego, De Vigan, además, recurre a un tono intimista, aunque no exento de un cierto distanciamiento –acentuado por el recurso del narrador omnisciente-, lo que revela que la redacción de esta primera obra, aun muy posiblemente liberadora, debió ser tarea ardua para su autora. 


15 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...ANTIQUITAS




El Investigador Cultural presenta esta semana a ANTIQUITAS, una empresa barcelonesa de reciente creación.
  
ANTIQUITAS es un muy innovador proyecto creado por dos profesionales formadas en el campo de las Humanidades y con una vasta experiencia en el mundo de la cultura. Por ello, el principal objetivo de esta iniciativa es la divulgación cultural y la reivindicación de las Humanidades a través de cursos, actividades y exposiciones, entre otras acciones.

Los cursos ofrecidos son en modalidad online –mediante la aplicación web de Moodle- y están impartidos por docentes con una larga y destacada trayectoria profesional. Se dividen en las siguientes materias:
Otros cursos, junto a conferencias presenciales y viajes culturales, se hallan recogidos en el apartado actividades y, como los anteriores, están dirigidos por docentes especialistas en la materia abordada.

ANTIQUITAS, además, ofrece servicios a diferentes instituciones del ámbito de la cultura, como la dinamización de espacios culturales o la comercialización de exposiciones itinerantes.

Por último, habría que destacar la presencia de esta iniciativa cultural en la Web 2.0:
Como siempre, os recomendamos que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados y visitéis la página web, atractiva en forma y contenido y en la que se percibe claramente la gran ilusión con la que se ha emprendido este proyecto cultural.

¡Os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura!

12 de noviembre de 2013

Llapis i…acció! Una exposición imprescindible



El pasado 8 de octubre se inauguraba en el Palau Robert de Barcelona una de esas exposiciones que, por contenido y puesta en escena, son de obligada visita para todo amante de la cultura y el arte.

Dedicada a Roser Capdevila, la autora de la célebre serie Les tres bessones (Las tres mellizas), Llapis i…acció! se constituye como un fascinante recorrido por la vida y obra de una de las más importantes ilustradoras catalanas, creadora prolífica conocida allende los mares, pues su trabajo, traducido a numerosos idiomas, ha llegado a lugares tan geográficamente remotos como Japón.

Auspiciada por la Generalitat de Catalunya con el concurso de varias entidades públicas y privadas –Gas Natural Fenosa, la Fundació Lluís Curulla y la Biblioteca de Catalunya, depositaria, por cierto, del legado de la ilustradora-, Llapís i…acció! ha sido comisariada por Mercè Alsina –crítica de arte- y Anna Batet –arquitecto e hija de Roser Capdevila.

Uno de los mayores atractivos de esta exposición radica, sin duda, en mostrar de una forma muy original la evolución, tanto como ilustradora como escritora, de Roser Capdevila, relacionándola con su propia trayectoria personal, que tanto ha influido en su trabajo. Baste citar, por ejemplo, que la inspiración para realizar su más famosa obra le vino dada a Capdevila por su experiencia como madre de trillizas o que la creación de uno de sus personajes más emblemáticos, la jirafa Palmira –muy conocida en Japón-, beba no poco de su temprano y profundo amor por la música.

Resulta evidente que sin la participación de la propia Capdevila y de sus amigos y familiares –que han prestado parte de las piezas exhibidas- la presente muestra habría tenido, muy posiblemente, un resultado diferente. Sin embargo, cabe destacar el magnífico trabajo llevado a cabo por las dos comisarias de este proyecto expositivo.

Un proyecto que cuenta con una espectacular puesta en escena en la que destacan numerosos elementos, como las vitrinas con piezas tan curiosas como libretas con dibujos, pequeños teatros y altares hechos de cartón y coloreados o facturas reales pero muy sui generis. A ello se añadiría la original forma de presentar los distintos espacios expositivos –con paneles grandes en forma de libreta con anillas-, la propia disposición de los cuentos seleccionados –acompañados por escenografías acordes con su temática-, la interesante selección de bocetos -entre los que destacan los que hacen referencia a la situación económica, social y política no sólo de Cataluña y España, sino del resto del mundo- y, finalmente y como colofón, la recreación de un cabaret en el que se proyectan vídeos con actuaciones privadas de Roser Capdevila con sus pequeños teatros y personajes creados con cartón y muchísima imaginación.

La distribución de la exposición no es, sin embargo, del todo perfecta –no por diseño, sino por falta de espacio-, por lo que recomendamos acudir entre semana y evitar días festivos. La disposición de los textos de los cuentos, por otra parte, obliga al visitante a agacharse para poder leerlos, aunque puede excusarse, pues un segmento muy importante del público al que va dirigida esta exposición se halla en edad escolar. De hecho, y no por casualidad, el diseño expositivo de Llapis i… acció! se ve claramente influenciado por el propio de parvularios y escuelas y un elemento importante de la muestra es la ideación de un juego que, servido en códigos QR distribuidos por todo el espacio, permite a niños –y no tan niños- pasar un rato divertido respondiendo a preguntas cuyo acierto tiene premio.

En definitiva, no hay excusa para perderse una exposición como ésta, máxime porque podrá visitarse hasta el próximo 27 de abril. 


8 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...TA-TÁ Gestión Cultural


El Investigador Cultural inicia nuevo mes con otro e interesante proyecto volcado en el mundo de la cultura, TA-TÁ Gestión Cultural, una empresa sita en Las Palmas de Gran Canaria que, como su nombre ya indica, tiene por objeto social nuestra profesión.

De reciente creación, TA-TÁ Gestión Cultural es una pequeña consultoría que, fundada por Xiomara Villanueva, ofrece diversos servicios especializados en proyectos creativos y culturales –diseño y desarrollo, dirección y coordinación, asesoramiento y consultoría, apoyo a la gestión de espacios culturales, innovación y dinamización cultural y actividades diversas relacionadas con el mundo de la cultura y el turismo.

En su apartado de “Portfolio” se pueden encontrar proyectos propios de TA-TÁ (TA-TÁ LAB), así como los creados para particulares o profesionales –como, por ejemplo, Una Esquina para mi barrio

Como buena iniciativa cultural, TA-TÁ busca la colaboración con otros profesionales, freelancers, para la creación de sus actividades –artísticas y divulgativas, entre otras-, que se agrupan y enumeran en la página principal de su web.

Si bien TA-TÁ inició hace relativamente poco su andadura, su presencia en las principales redes sociales y la Web 2.0 es destacable:

  • Facebook 
  • Twitter
  • Linkedin 
  • Prezi (el icono de esta herramienta de presentación, sin embargo, sólo es accesible, y por ahora, a través de su página en Facebook).

Animándoos, como siempre, a que echéis una ojeada a todos los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana cultural.


5 de noviembre de 2013

Gravity. Una grata experiencia cinematográfica



Tras siete años de intensa preparación, el cineasta mexicano Alfonso Cuarón estrenaba, finalmente y hace tan sólo unas semanas, Gravity, un film que viene precedido por las noticias que apuntan a que se trata de una de las más costosas producciones de la industria del cine.

Si bien calidad y holgado presupuesto suelen tener un difícil encaje, Gravity ha logrado un buen número de críticas entusiastas desde que fuera proyectada en la pasada edición del Festival de Venecia. En cuanto a su aceptación por parte del público, baste decir que su recaudación en taquilla ha superado todas las expectativas y, por ahora y según los datos arrojados por IMDb concernientes al Box Office estadounidense, ya ha alcanzado los doscientos millones de dólares en entradas vendidas.

A pesar de lo que antecede, sin embargo, ha sido precisamente el precio de la entrada durante la Fiesta del Cine –unos muy asumibles 2,90 euros- lo que, de veras, nos ha impelido a visionar un film que, monumental en concepción y formato, brinda al espectador una experiencia cinematográfica única, prácticamente ineludible para todo cinéfilo militante.


A primera vista, no obstante, esta historia de supervivencia urdida por Cuarón y su hijo podría inducir a pensar que, nuevamente, nos hallamos ante uno de esos guiones pobremente elaborados que no tienen más fin que el de sustentar, aunque sea frágilmente, un despliegue de costosos y aparatosos efectos especiales. Afortunadamente, Gravity está lejos de seguir ese esquema y, de hecho, Cuarón consigue que la trama argumental de su film atrape al espectador desde el primer momento, anclándolo en la butaca en un estado de tensión y angustia permanentes, sin que importe en absoluto la aparente sencillez del guión –dos astronautas luchan por su supervivencia tras una lluvia de basura espacial- ni una resolución que se intuye previsible desde los primeros minutos de metraje.

Para lograr semejante resultado, Cuarón se vale magníficamente bien del manejo de tiempos, dosificando la acción y manteniendo un ritmo sostenido e inquietante, a pesar de que Gravity es un film inusualmente lento para los estándares de Hollywood.  Esa lentitud narrativa y su increíble riqueza y fuerza visual recuerdan poderosamente, y en más de un momento, a la gran obra que Kubrick enmarcara en el espacio, 2001. Una odisea del espacio. De hecho, no son pocas las escenas de Gravity que se imprimirán en la retina del espectador, especialmente por el tratamiento tan realista con el que se recrea la vida fuera de la Tierra, algo que ha sorprendido y agradado –salvo, las lógicas excepciones- a los expertos en la materia.

Gravity, por otra parte, también resulta sumamente interesante por las reflexiones que suscita el desarrollo de su trama y que apelan a aquellas preguntas sin respuesta que la humanidad viene haciéndose desde el mismo inicio de su existencia. En ese sentido, resulta especialmente gratificante que Cuarón no haya abundado en el dramatismo de la historia del personaje encarnado por Bullock –magnífica en su papel, por cierto- ni recurrido al uso de flashbacks, que, en un film como éste, habrían roto su logradísima atmósfera y ritmo.

En definitiva, Gravity es, por su magnificencia, uno de esos films capaces de despertar el amor por el Séptimo Arte a más de un cinéfilo en ciernes, por lo que encarecidamente se recomienda su visionado en pantalla grande. Como punto negativo, tan sólo podría señalarse la inclusión de una banda sonora que, si bien se convierte en el contrapeso ideal para los momentos en los que reina un silencio angustiante, resulta, a ratos, demasiado estridente. 


31 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...MusGUIDE




El Investigador Cultural de hoy –publicado puntualmente en jueves por ser mañana festivo- lo dedicamos a MusGUIDE, una plataforma digital que, mediante las innumerables posibilidades brindadas por las nuevas tecnologías, tiene como principal cometido la difusión y promoción del arte.

De uso ineludible para museos y espacios expositivos, las aplicaciones tecnológicas (apps, realidad aumentada, etc.) han probado ser –como ya hacíamos mención en un post anterior- herramientas muy efectivas para la difusión y promoción artística y cultural. MusGUIDE, sin embargo, no tiene como objetivo el desarrollo de esas aplicaciones móviles, sino “crear una comunidad” alrededor de aquéllas.

La plataforma de MusGUIDE se divide así en:
  • Portal WebArt. Espacio con contenidos de diferentes museos, en varios idiomas y con material de expertos de ámbitos artísticos diversos.
  • Galería de Apps. Apartado en el que se pueden encontrar apps que, relacionadas, por supuesto, con diferentes museos y espacios expositivos, pueden ser comentadas por los usuarios. En este apartado también se puede hallar diferente información sobre promociones y novedades.
Descargarse MusGUIDE es, además, un proceso sumamente sencillo y los pasos a seguir vienen recogidos en el apartado “Funcionamiento”. Por otra parte, cualquier duda sobre la plataforma puede resolverse gracias al espacio de FAQ (preguntas frecuentes).

Otros apartados interesantes de la página web de MusGUIDE son el de "Actualidad" –en el que se ofrecen noticias relacionadas con el portal y se proporciona diversa información sobre el uso que de las nuevas tecnologías hacen centros expositivos y museos- y el de "Prensa" –donde se recogen todas las noticias que, aparecidas en los medios, versan sobre la plataforma.

Para finalizar, no podemos dejar de mencionar la presencia de MusGUIDE en las principales redes sociales, herramientas absolutamente imprescindibles para un proyecto de esta naturaleza:
¡Qué tengáis un buen y largo fin de semana cultural y artístico!

29 de octubre de 2013

El quinto poder. Un biopic de luces y sombras



Hace casi cuatro años, en febrero de 2010, tenía lugar la mayor filtración de información confidencial de la historia. WikiLeaks, la organización sin ánimo de lucro fundada y gestionada por el controvertido Julian Assange, aireó entonces más de 250.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas.

Escaso es el tiempo, por tanto, que ha esperado la maquinaria de Hollywood para abordar –y explotar- el episodio de Cablegate, lo que hace que El quinto poder se antoje como un film sumamente oportunista y exento por completo del necesario distanciamiento histórico.


No obstante, a pesar de ello y del hecho de que Bill Condon es uno de los cineastas más irregulares que imaginarse pueda –autor tanto de varias entregas de la saga Crepúsculo como de una joya cinéfila casi olvidada, Dioses y monstruos-, El quinto poder resulta ser un biopic con vocación de thriller político que, si bien no exento de sombras, cuenta con más de un acierto que, por sí solo, ya justifica su visionado.

Entre las sombras, el punto más negativo del film de Condon radica en el propio planteamiento de una historia gestada a partir de dos libros sumamente críticos con la figura de Assange, WikiLeaks y Assange, firmado por David Leigh y Lukas Harding, periodistas de The Guardian –uno de los pocos rotativos a los que WikiLeaks filtró directamente la información- y Dentro de WikiLeaks de Daniel Domscheit-Berg, colaborador y portavoz de la organización hasta que Assange lo considerara persona non grata.

El quinto poder se desarrolla así a partir de las vivencias del propio Domscheit-Berg, por lo que pocos serán los espectadores que no se identifiquen con él y que, por ende, no puedan dejar de sentir antipatía hacia un Assange descrito como un ser antisocial, ególatra y, encima, poco dado al acatamiento de las más elementales normas de higiene personal.

Negativo también resulta que Condon no explote más ese gran dilema que se deriva del hecho de revelar información confidencial -cuál debe ser el límite y hasta qué punto puede protegerse la identidad de los informadores-, máxime porque fue el causante de la ruptura de Assange y Domscheit y porque, además, unido a la reflexión sobre el papel de internet como un quinto poder –algo que Condon plantea acertadamente, pero muy a final del metraje y sin la enjundia necesaria- podría haber hecho posible que El quinto poder deviniera todo un referente sobre el tema, uno de esos films que se imprimen en la memoria colectiva.

Mención aparte merecen la inclusión de unos flashbacks absolutamente descontextualizados y el hecho de que Condon, a pesar del uso de material audiovisual original subtitulado, haya optado por rodar íntegramente inglés, lo que resulta ridículo en las escenas ambientadas en Alemania y Suiza -con jefes dirigiéndose a sus empleados con marcado acento alemán.

A pesar de lo que antecede, El quinto poder cuenta con unas muy buenas localizaciones, un ritmo rápido y casi siempre sostenido que capta la propia rapidez con la que se produjeron los hechos descritos, unos títulos de crédito iniciales absolutamente originales y que muestran la evolución en el tratamiento de la información, algunas escenas metafóricas absolutamente bordadas y, sobre todo, Benedict Cumberbatch. El actor británico está absolutamente magnífico en todos y cada uno de los planos que protagoniza, desluciendo –seguramente, muy a su pesar- el trabajo del resto de actores que, si bien correctos, no alcanzan su increíble altura interpretativa, un savoir faire que le conduce a recrear de manera casi inquietante a ese Assange que, descrito por Domscheit, guarda más de un parecido con Sherlock, pero que Cumberbatch, valiéndose de un acento y un lenguaje corporal muy diferentes, consigue distanciar por completo.


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