31 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...MusGUIDE




El Investigador Cultural de hoy –publicado puntualmente en jueves por ser mañana festivo- lo dedicamos a MusGUIDE, una plataforma digital que, mediante las innumerables posibilidades brindadas por las nuevas tecnologías, tiene como principal cometido la difusión y promoción del arte.

De uso ineludible para museos y espacios expositivos, las aplicaciones tecnológicas (apps, realidad aumentada, etc.) han probado ser –como ya hacíamos mención en un post anterior- herramientas muy efectivas para la difusión y promoción artística y cultural. MusGUIDE, sin embargo, no tiene como objetivo el desarrollo de esas aplicaciones móviles, sino “crear una comunidad” alrededor de aquéllas.

La plataforma de MusGUIDE se divide así en:
  • Portal WebArt. Espacio con contenidos de diferentes museos, en varios idiomas y con material de expertos de ámbitos artísticos diversos.
  • Galería de Apps. Apartado en el que se pueden encontrar apps que, relacionadas, por supuesto, con diferentes museos y espacios expositivos, pueden ser comentadas por los usuarios. En este apartado también se puede hallar diferente información sobre promociones y novedades.
Descargarse MusGUIDE es, además, un proceso sumamente sencillo y los pasos a seguir vienen recogidos en el apartado “Funcionamiento”. Por otra parte, cualquier duda sobre la plataforma puede resolverse gracias al espacio de FAQ (preguntas frecuentes).

Otros apartados interesantes de la página web de MusGUIDE son el de "Actualidad" –en el que se ofrecen noticias relacionadas con el portal y se proporciona diversa información sobre el uso que de las nuevas tecnologías hacen centros expositivos y museos- y el de "Prensa" –donde se recogen todas las noticias que, aparecidas en los medios, versan sobre la plataforma.

Para finalizar, no podemos dejar de mencionar la presencia de MusGUIDE en las principales redes sociales, herramientas absolutamente imprescindibles para un proyecto de esta naturaleza:
¡Qué tengáis un buen y largo fin de semana cultural y artístico!

29 de octubre de 2013

El quinto poder. Un biopic de luces y sombras



Hace casi cuatro años, en febrero de 2010, tenía lugar la mayor filtración de información confidencial de la historia. WikiLeaks, la organización sin ánimo de lucro fundada y gestionada por el controvertido Julian Assange, aireó entonces más de 250.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas.

Escaso es el tiempo, por tanto, que ha esperado la maquinaria de Hollywood para abordar –y explotar- el episodio de Cablegate, lo que hace que El quinto poder se antoje como un film sumamente oportunista y exento por completo del necesario distanciamiento histórico.


No obstante, a pesar de ello y del hecho de que Bill Condon es uno de los cineastas más irregulares que imaginarse pueda –autor tanto de varias entregas de la saga Crepúsculo como de una joya cinéfila casi olvidada, Dioses y monstruos-, El quinto poder resulta ser un biopic con vocación de thriller político que, si bien no exento de sombras, cuenta con más de un acierto que, por sí solo, ya justifica su visionado.

Entre las sombras, el punto más negativo del film de Condon radica en el propio planteamiento de una historia gestada a partir de dos libros sumamente críticos con la figura de Assange, WikiLeaks y Assange, firmado por David Leigh y Lukas Harding, periodistas de The Guardian –uno de los pocos rotativos a los que WikiLeaks filtró directamente la información- y Dentro de WikiLeaks de Daniel Domscheit-Berg, colaborador y portavoz de la organización hasta que Assange lo considerara persona non grata.

El quinto poder se desarrolla así a partir de las vivencias del propio Domscheit-Berg, por lo que pocos serán los espectadores que no se identifiquen con él y que, por ende, no puedan dejar de sentir antipatía hacia un Assange descrito como un ser antisocial, ególatra y, encima, poco dado al acatamiento de las más elementales normas de higiene personal.

Negativo también resulta que Condon no explote más ese gran dilema que se deriva del hecho de revelar información confidencial -cuál debe ser el límite y hasta qué punto puede protegerse la identidad de los informadores-, máxime porque fue el causante de la ruptura de Assange y Domscheit y porque, además, unido a la reflexión sobre el papel de internet como un quinto poder –algo que Condon plantea acertadamente, pero muy a final del metraje y sin la enjundia necesaria- podría haber hecho posible que El quinto poder deviniera todo un referente sobre el tema, uno de esos films que se imprimen en la memoria colectiva.

Mención aparte merecen la inclusión de unos flashbacks absolutamente descontextualizados y el hecho de que Condon, a pesar del uso de material audiovisual original subtitulado, haya optado por rodar íntegramente inglés, lo que resulta ridículo en las escenas ambientadas en Alemania y Suiza -con jefes dirigiéndose a sus empleados con marcado acento alemán.

A pesar de lo que antecede, El quinto poder cuenta con unas muy buenas localizaciones, un ritmo rápido y casi siempre sostenido que capta la propia rapidez con la que se produjeron los hechos descritos, unos títulos de crédito iniciales absolutamente originales y que muestran la evolución en el tratamiento de la información, algunas escenas metafóricas absolutamente bordadas y, sobre todo, Benedict Cumberbatch. El actor británico está absolutamente magnífico en todos y cada uno de los planos que protagoniza, desluciendo –seguramente, muy a su pesar- el trabajo del resto de actores que, si bien correctos, no alcanzan su increíble altura interpretativa, un savoir faire que le conduce a recrear de manera casi inquietante a ese Assange que, descrito por Domscheit, guarda más de un parecido con Sherlock, pero que Cumberbatch, valiéndose de un acento y un lenguaje corporal muy diferentes, consigue distanciar por completo.


25 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Brots Cultura



Este viernes dedicamos el Investigador Cultural a una iniciativa que seguimos desde sus inicios, Brots Cultura, una asociación cultural que, sita en la localidad de Castellar del Vallès (Barcelona), tiene como lema el “Impulso cultural del territorio”.

Conscientes de la importancia del patrimonio cultural como elemento clave para el desarrollo socioeconómico y territorial, Brots Cultura apuesta fuerte por su difusión, defensa y promoción. Para lograr este objetivo, esta ingeniosa iniciativa cultural cuenta con proyectos propios y, además, colabora con otras entidades relacionadas con el patrimonio cultural.

Desde que iniciara su andadura el pasado mes de abril, Brots Cultura ha llevado a cabo el diseño e implementación de diversas actividades culturales. Todas ellas cuentan con un espacio propio –en el que se facilita profusa información- y, cuestión en absoluto baladí, ofrecen la posibilidad de ser compartidas -a un click de ratón y gracias a los iconos que figuran en cada una de sus presentaciones- en las principales redes sociales. Para más información, os sugerimos que visitéis el apartado “Actividades”.

Entre las actividades llevadas a cabo hasta la fecha, cabría destacar la ruta poética por el barrio de Horta (Barcelona), “Passejant amb Miquel Desclot” (“Paseando con Miquel Desclot”) y el primer proyecto de Brots Cultura, "Apropa't a Castellar del Vallès” (“Acércate a Castellar del Vallés”). Sobre este proyecto, además, tenéis más información en el apartado Trabajo en red ¡y en marcha!.



No podemos dejar de mencionar, por otra parte, la sección Noticias, un espacio realmente interesante en el que se constata que, a pesar de su corta trayectoria, esta asociación cultural ya ha despertado el interés de los medios.

Brots de Cultura, además y como no podría ser de otra forma, cuenta con amplia presencia en las redes sociales:


  

22 de octubre de 2013

Paul en Quebec. Una emotiva novela gráfica



A finales de los no tan lejanos años noventa del pasado siglo, el historietista Michel Mabagliati dio inicio a la saga que le ha catapultado a la fama y le ha hecho merecedor de numerosos reconocimientos y premios varios.

Con un título que siempre se inicia con el nombre de su protagonista y alter ego, Paul, la obra de Mabagliati se nutre, exclusivamente, de sus propias experiencias personales. De hecho, el historietista canadiense ha afirmado en más de una ocasión que, para componer sus tiras cómicas, no se vale nunca de la ficción, lo que entronca su obra con toda una corriente seguida por numerosos artistas del Noveno Arte –baste citar, por ejemplo, a Guy Delisle, Sarah Glidden, Florent Chavouet o, incluso, Alfonso Zapico.

La exitosa saga de Paul cuenta ya con siete títulos editados, aunque en España sólo se han publicado cinco. Paul en Quebec es la última entrega de la serie y ha llegado a estos lares precedida por el gran éxito cosechado en Francia y por el anuncio de su próxima traslación a la gran pantalla.

De corte intimista, como el resto de las obras que la preceden, Paul en Quebec plantea un tema delicado, doloroso y, ciertamente, casi tabú, pero al que, tarde o temprano, todo ser humano debe hacer frente, la muerte de un ser querido.

No obstante, lejos de verse impregnada de ese tono de desaforado dramatismo que siempre apela a la lágrima fácil, Paul en Quebec se ha revelado como una sobria y emotiva novela gráfica en la que se combinan con naturalidad los momentos de más intenso y contenido dolor con escenas cotidianas que provocan más de una sonrisa, cuando no sonoras carcajadas –baste citar, por ejemplo, las desternillantes viñetas en las que Paul, aún no muy ducho en el uso de internet, debe hacerse con varios programas y un nuevo y potente ordenador para poder enviar su primer e-mail.

Inevitablemente, y debido al tema tratado, Paul en Quebec incita, además, a una reflexión sobre la importancia de los lazos familiares –sumamente interesante resulta el retrato de gran familia unida que el peso del estereotipo siempre asocia a latitudes más próximas- y el valor profundo de la amistad –bellas, muy bellas, son las escenas en las que el padre de Paul emplea gran parte de su tiempo en visitar cada día, y hasta el final, a su consuegro.

Paul en Quebec resulta también interesante por su alusión al sentimiento independentista de la población francófona de Canadá, lo que podría tener, para más de un lector, ciertos paralelismos con nuestra más inmediata realidad.

Cabría destacar, finalmente, la acertada estructuración de la obra, su cuidada composición de viñetas y, sobre todo, esos personajes que, caricaturescos y de trazo simple, tanto beben de la gran tradición de los historietistas franco belgas que, por razones obvias, tuvieron, y tienen, un gran peso en las regiones francófonas de Canadá. De hecho, no es casualidad que el propio Paul recuerde poderosamente, con su aire netamente tintinesco, al personaje creado por Hergé, todo un homenaje que se acentúa con la inclusión, en una de las viñetas, de un cuadro de Tintín firmado por Luc Girard, dibujante canadiense especializado, precisamente, en reproducciones del más famoso e intrépido reportero del Noveno Arte.

En definitiva, Paul en Quebec puede resultar una muy grata sorpresa para los lectores no versados en la saga del historietista canadiense, toda vez que para aquéllos que sí la conocen y siguen se constituirá, sin duda, como otro ejemplo más del gran talento de su autor.


18 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Truétano




Este viernes os presentamos a Truétano, una asociación cultural sin ánimo de lucro sita en Madrid.

Truétano tiene como objetivo la investigación y difusión de diversas disciplinas artísticas –artes escénicas, plásticas y audiovisuales- mediante el uso de las nuevas tecnologías.

Siguiendo ese fin, Truétano promociona a diversos artistas especializados en alguna de esas disciplinas. En ese sentido, cabría destacar en su web la sección llamada “Tanteo Espacio”, un blog que, convertido en una auténtica plataforma virtual, los artistas utilizan para exponer sus obras y en el que se incentiva la creación de eventos relacionados con el mundo de las artes. De hecho, durante los próximos días 19 y 20 de octubre –mañana y pasado mañana- se celebrará el 1er Salón de Teatro Tanteo, al que, si estáis en Madrid, os animamos a asistir.

Los proyectos realizados hasta la fecha por Truétano se recogen en el apartado “Proyectos Truétano” y están agrupados como sigue:


Por otra parte son igualmente interesantes los siguientes apartados de su web:


Para finalizar, mencionar, por supuesto, su presencia en las redes sociales:


Como siempre, os animamos a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, además de reiteraros nuestra recomendación de que, si estáis en Madrid, os acerquéis al Primer Salón de Arte Tanteo.


¡Feliz fin de semana cultural y artístico!


15 de octubre de 2013

Perdida. Una lectura apasionante de principio a fin



Fenómeno literario indiscutible, Perdida ha sido objeto, allá por donde se ha editado, de una notable campaña de publicidad. Esa costosa promoción –que, en el caso de ciudades como Barcelona, ha implicado que buena parte de su flota de autobuses circulara con la carátula del título impresa en su carrocería- y una carta de presentación que rezuma a telefilm de sobremesa –la desaparición de una mujer en el aniversario de su boda y las sospechas que recaen en su esposo como responsable de un posible homicidio- pueden inducir a pensar que, una vez más, nos hallamos ante una historia concebida única y exclusivamente para enriquecer las arcas del escritor/a y la editorial de turno.


Lejos de resultar otro bestseller gestado exclusivamente para alcanzar ese lucrativo objetivo, Perdida se ha revelado, no obstante, como una excelente muestra de novela negra, capaz de mantener en vilo al lector, desde la primera hasta la última de sus páginas, sin necesidad de recurrir a grandes dosis de violencia ni incluir las numerosas escenas de sexo, supuestamente escandalosas, que suelen salpicar las páginas de innumerables títulos nacidos al amparo de Cincuenta sombras de Grey. De hecho, con su elaborada y bien narrada trama –casi perfecta en desarrollo y resolución- y sus impresionantes, casi impredecibles, vuelcos argumentales, Perdida poco tiene que ver con el esquema habitual seguido por los más cacareados bestsellers de los últimos tiempos.

Además de un ritmo narrativo pausado y envolvente, entre los aciertos de Perdida cabe destacar la apuesta de su autora, la ex periodista y ex crítica televisiva Gillian Flynn, por dotar a su historia con un doble enfoque –el de Amy y Nick, el matrimonio protagonista-, prescindiendo de la figura del narrador omnisciente y optando por el recurso, siempre subjetivo, del relato en primera persona. De esta manera, y de la mano de sus principales personajes, el lector podrá adentrarse por los vericuetos de la escabrosa historia orquestada por Flynn, toda vez que, al contrastar las diferentes versiones sobre unos mismos hechos, podrá penetrar en la personalidad de Nick y Amy y llegar a  conocerlos en profundidad.

A ese conseguido retrato psicológico hay que añadir que Perdida es también una acerada reflexión sobre el enorme poder de manipulación de los medios de comunicación -algo que Flynn debió conocer bien durante su etapa como periodista, una carrera a la que, como en el caso de uno de sus protagonistas, puso fin la crisis económica- y sobre el matrimonio –de hecho, y no por casualidad, la propia Flynn, en las páginas finales de su obra, correspondientes al apartado de agradecimientos, ha manifestado su deseo de que su hija, ahora de corta edad, no se adentre en la lectura de esta obra hasta bien entrada en la edad adulta.

Si bien no es Perdida el tipo de literatura que suelan recomendar las responsables de este blog –la obra de Flynn queda en una órbita bien distinta a, por ejemplo, nuestras admiradas Cuerpos extraños o La mujer de papel-, su lectura deparará, a quien se incursione en sus páginas, momentos de auténtico suspense, misterio y drama y, por qué no, también inducirá a más de alguna reflexión, no necesariamente acotada a la vida en pareja y/o el papel de los medios.

Ahora tan sólo cabe esperar que la siguiente obra de Flynn resulte tan interesante como la presente. Mientras, habremos de sumergirnos en la lectura de las dos obras que preceden a Perdida y que, en su momento, le valieron a su autora las alabanzas de la crítica y ser merecedora de diversos premios literarios.


11 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Gallerystic


Este viernes os presentamos a Gallerystic, una plataforma ideada por el artista y creativo Sebastián Ginard.

Como podréis comprobar en su cuidada web, Gallerystic se constituye como una interesante iniciativa cuyo máximo objetivo es el de dar a conocer a artistas visuales, para lo cual se vale de las nuevas tecnologías y la Web 2.0.

Gallerystic ofrece a sus usuarios diferentes e interesantes servicios:  Gallerystic web basic, Gallerystic web plus, Gallerystic web pro, Gallerystic Community, Gallerystic Digital Content y Digital Exhibition (aún en proceso).

La finalidad perseguida con estos servicios es la de ofrecer a los creativos –y a todos aquéllos agentes pertenecientes al sector del arte- la posibilidad de crear proyectos basados en las nuevas tecnologías, además de dar impulso al mercado del arte mediante las inigualables –y todavía no totalmente exploradas- posibilidades ofrecidas por el entorno digital.

En pos de esos objetivos, Gallerystic ya ha puesto en marcha un más que interesante proyecto de exhibición digital que responde al nombre de MIA-PMI.

MIA-PMI utiliza diferentes dispositivos electrónicos y, aún siendo un proyecto netamente digital, cuenta con dos localizaciones físicas: Sóller (Mallorca) y Miami (Estados Unidos). Actualmente, y desde el pasado mes de marzo, la exposición mallorquina se encuentra ubicada en el Gran Hotel Sóller. La exposición de Miami se halla en estos momentos en pleno proceso de elaboración.

Como muestra, os dejamos este enlace, en inglés, de la exposición:

     

No podemos dejar de mencionar, por supuesto, la presencia de esta plataforma en la Web 2.0 y en las principales redes sociales, herramientas vitales para un proyecto de esta naturaleza:
Finalmente, cabría señalar el uso que de de los códigos QR hace esta plataforma. Estos códigos, para mayor comodidad de aquellos usuarios con dispositivos móviles, están presentes en el apartado “Contactar” y en las propias obras expuesta (en la parte inferior derecha de las pantallas).

Como siempre, os recomendamos una visita a los enlaces proporcionados y os deseamos un feliz fin de semana no exento de arte y cultura.

8 de octubre de 2013

Museo Gulbenkian. Un museo de imprescindible visita


Calouste Sarkis Gulbenkian
De origen armenio, aunque nacido en Turquía y nacionalizado británico, Calouste Sarkis Gulbenkian fue un ingeniero y un exitoso hombre de negocios al que su pasión por el arte, desarrollada a muy temprana edad, le llevó a coleccionar unas 6000 piezas artísticas que hoy se hallan depositadas en uno de los espacios expositivos más famosos y visitados de Portugal, el Museo Gulbenkian.

Antes de ir a parar a su destinación definitiva, esta colección ecléctica y sin par fue protagonista de una azarosa travesía. De hecho, por razones de seguridad, en las primeras décadas del pasado siglo, Gulbenkian trasladó al Reino Unido todas las piezas que hasta entonces había reunido. Una vez en suelo británico, la colección fue dividida entre el British Museum y la National Gallery. En esas fechas, esta última institución llegó a sopesar la idea de albergar un Gulbenkian Institute. Sin embargo, la supuesta adhesión del empresario armenio al Gobierno de Vichy le convirtió en persona non grata para ejecutivo británico y el proyecto fue abortado.

Tras pasar por la National Gallery of Art de Washington, la colección llegó, en los años 60, a Portugal, país en el que Gulbenkian se había asentado durante la Segunda Guerra Mundial y en el que permanecería hasta su fallecimiento. En 1969, el Museo Gulbenkian abría sus puertas, albergando la totalidad de la colección y mostrando al público unas 1000 piezas en exposición permanente. Se cumplía así la voluntad del empresario armenio, quien siempre deseó que su colección permaneciera indivisa.

La fama del Museo Gulbenkian no sólo se debe a su magnífico fondo, sino a su espléndida disposición, en la que prima el orden cronológico y geográfico. Así, los responsables del museo luso han distribuido las piezas del fondo en dos circuitos.  El primero de ellos está dedicado al mundo clásico y oriental y dispone de piezas procedentes del arte egipcio, mesopotámico, greco-romano, armenio, islámico y del lejano Oriente. Visita indispensable para historiadores y amantes del arte, este recorrido resulta especialmente atractivo por su impresionante colección de monedas y alfombras y por piezas tan interesantes como una Biblia armenia en miniatura ricamente decorada o la muestra de objetos procedentes de China y Japón.

Igualmente imprescindible resulta el segundo circuito, que abarca el arte europeo de los siglos XI a mediados del XX y contiene un fondo inapreciable de libros -cuyo soporte son auténticas piezas artísticas-, esculturas, artes decorativas –especialmente interesantes son los trabajos de René Lalique, amigo de Gulbenkian- y, sobre todo, una increíble selección de pinturas de autores tan destacados como Rubens, Rembradt, Degas, Manet, Renoir o Maurice-Quentin de la Tour, cuyo sorprendente retrato de Duval de l’Epinoy es, según nuestra modesta opinión, una de las mejores piezas de la colección reunida por el filántropo armenio.

Retrato de Duval de l'Epinoy
El Museo Gulbenkian, por otra parte, está rodeado por un bonito parque y el edificio que lo acoge es una de las construcciones modernas más apreciadas del país luso, aunque su estética setentera y su acusado aire funcional se antojan hoy un tanto démodés. Su interior, sin embargo, aunque no se sustrae de esa atmósfera de hace varias décadas, cuenta con amplios espacios –absolutamente acertados para la colección albergada- y mullidos sofás y sillones, estratégicamente situados frente a un amplio ventanal, para dar un respiro visual al visitante.

A nivel museístico cabría señalar que, si bien el museo luso responde al prototipo del museo más tradicional, alguna de sus obras ya cuenta con elementos más propios de la más moderna museografía –como una pantalla interactiva que permite a los visitantes conocer con detalle la obra seleccionada.


4 de octubre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...La Huella Románica


Este viernes os presentamos a La Huella Románica, un programa radiofónico emitido por Radio Aguilar (Palencia) y que, presentado por Cristina Párbole, forma parte del magazine "Menuda Mañana".

La Huella Románica tiene como objetivo dar a conocer y difundir el rico patrimonio románico de Palencia. Así, cada una de sus emisiones resulta una oportunidad única para bucear por la historia y ampliar conocimientos.

Los interesantísimos programas emitidos hasta la fecha –disponibles a través de su web- son los siguientes:
La página web del programa radiofónico también ofrece la oportunidad de acceder a diferentes espacios de interés como “Románico Palentino” -en el que se recoge la historia del románico en esta región, se mencionan lugares de interés, se proponen interesantes rutas y se consignan noticias relacionadas con la temática del programa- o “Citas importantes” –donde se mencionan todos los eventos relacionados con el románico en la provincia de Palencia.

En la sección “Iniciativas”, además, se puede hallar el que posiblemente se constituya como el mayor logro de La Huella Románica. Gracias a una campaña de firmas, difundida a través del programa y de sus respectivas redes sociales, esta importante iniciativa cultural consiguió que la Junta de Castilla y León se implique en la restauración del ábside de la ermita de San Pelayo de Perezancas de Ojeda.  

Como no podía ser menos, La Huella Románica está también presente en las principales redes sociales:
Animándoos, como siempre a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un muy feliz fin de semana cultural.

1 de octubre de 2013

Las mujeres que leen son peligrosas. Un libro atípico



Lectura pendiente desde hace varios años, quien suscribe estas líneas no había tenido la ocasión, hasta ahora, de abordar Las mujeres que leen son peligrosas, una obra que, más allá de un título que bien pudiera resultar un tanto comercial y oportunista, brinda al lector momentos de auténtico deleite visual, toda vez que le induce a más de una interesante reflexión sobre el poder transformador de la lectura.

Las mujeres que leen son peligrosas se centra, de hecho, en ese aspecto casi inigualable del hábito lector, incidiendo especialmente en su evolución histórica, desde tiempos primigenios -en los que leer en voz alta era la forma más extendida de encararse con el contenido de un libro- hasta época reciente –en la que las mujeres pueden entregarse a su pasión lectora sin las trabas y cortapisas impuestas por un pensamiento hoy absolutamente obsoleto, al menos por estas latitudes.

Firmada por el escritor alemán Stefan Bollman –autor de diversos libros de arte, literatura y poesía y reconocido especialista de la obra de Thomas Mann- Las mujeres que leen son peligrosas se nutre en buena parte de la trayectoria académica, netamente humanista, de su narrador. No obstante, lejos de haberse concebido como un tratado histórico filosófico que bien pudiera resultar plúmbeo a más de un lector, la obra que nos ocupa se gesta como un compendio de exquisitas imágenes –grabados, pinturas y fotografías- sabiamente escogidas por Bollman de entre la prolífica producción artística facturada en Occidente desde el Medievo hasta nuestros días.

Bollman, además, acompaña cada una de esas imágenes con breves anotaciones que hacen hincapié en la visión que de las mujeres lectoras tuvieron las sociedades de antaño en Occidente. Resulta en ese sentido especialmente interesante el cuadro del pintor flamenco Pieter Janssens Elinga (Die Lesende Frau) y la reveladora anotación de Bollman, que incide en un hecho en absoluto baladí; la mujer de esta bella obra, sabedora de que incurre en un acto considerado ilícito por sus coetáneos, ha optado por leer a escondidas tras dejar de lado sus tareas.

Die Lesende Frau (Alte Pinakothek, München)
Esta visión de Janssens Elinga no dista demasiado de la que tuvieron destacados hombres de letras, como, un siglo antes, el humanista Juan Luis Vives –cuyas declaraciones sobre el supuesto poco discernimiento femenino recoge Esther Tusquets en el prólogo de esta obra- o, una centuria más tarde, el reconocido librero suizo Johann Georg Heinzmann, quien para asombro del lector/a del siglo XXI y como cita Bollman al inicio de del presente libro, consideraba que la afición a la lectura por parte de la mujeres sólo cabía calificarla como una auténtica calamidad.

Finalmente, y si bien es cierto que se echa en falta en la obra de Bollman un mayor calado narrativo, Las mujeres que leen son peligrosas resulta ser un libro exquisito que, mediante su cuidada selección de obras artísticas, puede despertar hasta a la más adormecida imaginación. Además, y por si ello no fuera suficiente, la obra de Bollman es uno de esos pocos libros en los que el continente tiene casi el mismo peso que el contenido. De hecho, la obra de Bollman hubiera resultado un libro bien distinto de no haber contado con un soporte en papel –obra de la Editorial Maeva- que es realmente digno de elogio, lo que, de paso, nos recuerda a todos los lectores empedernidos –especialmente a los que ya hemos sucumbido al influjo del e-book- que el libro en papel es todavía imbatible en algunos terrenos.


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