28 de febrero de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...CiS Art Lodgers




El Investigador Cultural de este viernes centra su atención en CiS Art Lodgers, una galería de arte contemporáneo que, aunque sita en Barcelona, se define como nómada, pues su máximo objetivo es la difusión artística mediante la utilización de espacios específicos y diferentes para cada una de sus exposiciones.

Primando siempre la relación existente entre las obras y su entorno, CiS Art Lodgers realiza cuatro exposiciones al año y, además, colabora con otras galerías, centros museísticos, instituciones y empresas relacionadas con el mundo del arte, tanto a nivel nacional como internacional.

La galería barcelonesa también representa a una serie de artistas procedentes de diferentes ámbitos, como, por ejemplo, la pintura, la fotografía o el vídeo. Quien quiera más información sobre la obra y trayectoria profesional de aquéllos, puede visitar el apartado “Artistas”. De especial interés son también las secciones “Exposiciones”, “Espacios” y “Gallery News”.  

Por supuesto, CiS Art Lodgers cuenta con destacada presencia en la Web 2.0, como podréis comprobar en:

Os animamos, como siempre, a visitar todos los enlaces mencionados y a que paséis un feliz fin de semana repleto de arte y cultura.


25 de febrero de 2014

Portugal. Una emotiva novela gráfica


Fuente: Norma Editorial

En activo desde 1998, el historietista francés Cyril Pedrosa no se dio a conocer por estos lares hasta hace poco más de un lustro, cuando Norma Editorial publicó por primera vez una de sus obras en solitario, la muy celebrada Tres sombras.

Pocos años después se editaría en castellano el que, hasta la fecha, es su último trabajo, Portugal, una obra que ha llegado precedida por el gran éxito cosechado entre el público galo y por los prestigiosos galardones de los que ha sido merecedora y entre los que destacan el Premio Fnac 2012 y el Angoulême 2012.

Escenificada en Francia y en el país luso, Portugal narra las peripecias de Simon Muchat, un historietista y una suerte de alter ego del propio autor que, en plena crisis creativa y personal, acabará reencontrando, en la tierra de sus ancestros, la inspiración y el sentido de su existencia.

Pedrosa, que comparte con su protagonista su condición de nieto de inmigrantes portugueses, divide su obra en tres partes que, por contenido argumental y por el diferente colorido de sus viñetas, casi se podría decir que tienen entidad propia. Así, en la primera parte predomina un tono sepia en los pasajes donde se abordan algunos episodios de la infancia del protagonista y uno más amarillento y sumamente apagado para plasmar el incierto presente de aquél. En la segunda parte, por el contrario, impera el gris –lo que acentúa el estado casi depresivo de Muchat- y en la tercera, plenamente escenificada en Portugal, reinan la luminosidad y los vivos colores.

No obstante, como los estados emocionales no están exentos de los más variados matices, Pedrosa, además, se vale de unos mismos colores –especialmente el verde y la gama de los marrones y granates-  para reflejar los estados en los que más perdido o confuso se halla su protagonista.

A ese dominio magistral del uso del color hay que sumar un dibujo de trazo elegante, bien definido y muy cuidado que confiere a cada uno de los personajes una personalidad muy concreta, amén de un gran realismo.

Portugal no está exenta, sin embargo, de algunos elementos que, si bien no tienen suficiente enjundia como para ser calificados como sombras, sí pueden condicionar, para algunos lectores, el resultado final de la obra.

Entre esos puntos cabe mencionar algunos de los momentos protagonizados por la familia de Muchat, unos pasajes que no sólo resultan un tanto caóticos e, incluso, impelen a una segunda lectura para esclarecer los vínculos que unen a sus miembros, sino que opacan el verdadero hilo argumental de la historia, que no es otro que el ya señalado bloqueo creativo y emocional padecido por su protagonista.

También se echa de menos que la narración no centre más su desarrollo en el país luso –de hecho, poco más de un tercio de la obra transcurre en Portugal- y que la edición española en papel no haya contado con un formato más cómodo para el lector.

En cualquier caso, Portugal es, sin duda, una obra de obligada lectura para cualquier amante del Noveno Arte, especialmente si se estiman las historias de corte emotivo e intimista que, a pesar de versar sobre una temática mil veces abordada, cuentan con los suficientes méritos para convertirse en auténticos clásicos de la novela gráfica.


21 de febrero de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...Aventuras literarias


El Investigador Cultural centra este viernes su atención en Aventuras Literarias, una excelente iniciativa que tiene como objetivo el fomento del hábito lector.

Los responsables de Aventuras Literarias definen su proyecto como un Atlas Literario 2.0 que se vale de la geolocalización –o, como ellos puntualizan, la geoliteratura- para relacionar literatura –concretamente, fragmentos de obras de autores universales- con ubicaciones geográficas. Así, forman parte de este singular atlas escritores incuestionablemente consagrados como Alejandro Dumas, Leopoldo Alas Clarín o Mary Shelley o tan contemporáneos como el neoyorkino Paul Auster.

Por otra parte, y desde que iniciara su andadura, Aventuras Literarias ha llevado a cabo diferentes talleres de animación a la lectura destinados a niños y adolescentes:



Además, también se ha embarcado en otras iniciativas destacadas como:
Por supuesto, Aventuras Literarias está presente en las principales redes sociales y cuenta con perfiles en:
Como siempre, os animamos a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados y a esta magnífica carta de presentación del proyecto.

¡¡¡Feliz fin de semana lector!!!


18 de febrero de 2014

Mi vida querida. Un puñado de cautivadores relatos



Si bien con una obra literaria no demasiado prolija –catorce conjuntos de relatos cortos y una única novela publicada hace más de cuarenta años-, Alice Munro es considerada como una de las mejores narradoras contemporáneas en lengua inglesa.

El año pasado, además, la octogenaria escritora canadiense coronaba su brillante carrera con el Premio Nobel de Literatura. Mucho antes, y a lo largo de más de cuatro décadas, su incuestionable maestría como prosista la había llevado a ser merecedora de numerosos y prestigiosos galardones y a ser comparada, en infinidad de ocasiones, con uno de los mejores autores de narrativa breve de la historia, el consagrado escritor ruso Anton Chejov.

A finales de 2012, y con motivo de la publicación de su última obra, Mi vida querida, Munro manifestaba su intención de retirarse, una decisión que muchos de sus lectores todavía cuestionan, pues no sería la primera vez que la escritora anuncia su despedida del mundo de las letras para, no demasiado tiempo después, obsequiar a su público con nuevas y cautivadoras historias. Sea como fuere, es difícil imaginar un mejor epílogo literario que Mi vida querida.

Conjunto de relatos inconexos pero con un común trasfondo histórico -la Segunda Guerra Mundial y los años inmediatamente anteriores o posteriores a su estallido- y un mismo escenario- Canadá-, la última obra de Munro ha sido, de hecho, objeto de numerosas y elogiosas críticas allá donde se ha publicado.

Hilvanadas con una prosa absolutamente elegante, exquisita y sutil y con un ritmo narrativo fluido y sostenido, todas las tramas urdidas por la genial escritora anglosajona en Mi vida querida abordan un periodo breve –aunque crucial, en la mayoría de los casos- de las vidas de unos personajes magistralmente construidos y que Munro, cual laboriosa entomóloga, disecciona con precisión y un cierto distanciamiento.

Esa aparente frialdad no hace más que abundar en esa cotidianidad de aplastante peso que caracteriza la obra de la escritora anglosajona y que, revestida de una falsa sencillez narrativa –secundada por la ausencia de dramatismo exacerbado y de retorcidos giros argumentales-, resulta fascinante por las historias que subyacen de trasfondo y que no necesariamente emergen durante la lectura, sino tiempo después, quedando prendidas en la memoria durante días e induciendo a más de una reflexión, cuando no a una necesaria relectura.

De hecho, Mi vida querida no deja de ser una profunda reflexión sobre los temas que preocupan al ser humano desde los albores de los tiempos –la muerte, el inexorable paso del tiempo o el amor- y aquellos otros que, como la frustración, la inseguridad, el egoísmo, la malicia o el dolor, hacen que el tránsito por este mundo pueda convertirse en un largo, lóbrego y tortuoso camino.

Muy posiblemente, sin embargo, son los últimos capítulos de la obra los que revisten un mayor interés, pues, planteados como una suerte de híbrido entre ficción y realidad -la propia biografía de la autora-, resultan ser los más complejos en su formulación y desarrollo.

En definitiva, este puñado de relatos absolutamente cautivadores muy difícilmente dejará indiferente a los lectores más sibaritas, conocedores o no de la obra de una narradora que hace ya tiempo emprendió el camino hacia la inmortalidad literaria.


14 de febrero de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...art.profiles.com



El Investigador Cultural de esta semana lo dedicamos a art-profiles.com, una plataforma digital dedicada al mundo del arte y con sede en Nueva York.

En tanto que comunidad en línea, art-profiles.com nace con el objetivo de fomentar y estrechar los lazos de contacto entre artistas, empresas y usuarios interesados en el mundo del arte. La creación de un perfil no conlleva ningún coste y se puede escoger entre cuatro tipos de usuarios:

  • Member. Usuarios interesados en el mundo del arte. Su cuenta en la plataforma les permite acceder a información diversa –noticias y eventos llevados a cabo por todo el mundo- y poder seguir a artistas u otros grupos de la plataforma. Estos usuarios, además, pueden crear una página para los artistas que no dispongan de ella y darla a conocer al resto de la comunidad.
  • Artist. Artistas que quieran utilizar la plataforma como un escaparate para dar a conocer sus proyectos –ya sea mediante álbumes, vídeos, blogs, etc.- y como un lugar para mantener el contacto con otros usuarios.
  • Business. Empresas que quieran darse a conocer y que apoyen la difusión artística.
  • Art-on-the-Net accountUsuarios que tengan una página web o un blog dedicado al mundo del arte o como herramienta para hacer difusión de eventos artísticos que tengan lugar en cualquier punto del planeta. Este tipo de usuario incluye, por tanto, a comunidades, foros, galerías virtuales, radio webs, TV webs y otros sitios relacionados con el mundo del arte.

Para una mejor búsqueda de artistas y empresas, cada uno de estos grupos se divide en diversos subgrupos que pueden hallarse englobados en el apartado “Art Profiles” del menú.

También desde el menú se puede acceder a otras secciones de especial interés y que  permiten, asimismo, una búsqueda por empresas y artistas a través de diferentes categorías, como: AlbumsVideosGroups, Events” Art Sales

Como no podía ser menos en un proyecto de estas características, art-profiles.com está muy presente en la Web 2.0 y, además de un blog, cuenta con perfiles en las principales redes sociales:

Animándoos como siempre a que visitéis los enlaces proporcionados, os deseamos un muy feliz fin de semana cultural.


11 de febrero de 2014

Agosto. Una amarga reflexión sobre las miserias humanas



Hace más de un lustro, en 2007, la celebrada pieza teatral August: Osage County realizaba su debut en Broadway e iniciaba poco después, secundada por los aplausos del público y los parabienes de la crítica, una larga andadura escénica que la ha llevado a ser representada en los teatros de medio mundo, incluidos el Teatre Nacional de Catalunya y el Teatro Valle-Inclán de Madrid.

Semejante éxito no se debe tan sólo a una cuidada puesta en escena o la inestimable labor de entregados intérpretes, sino a la excelencia de un texto que le valió a su autor, Tracy Letts, hacerse con el codiciado premio Pulitzer y, además, despertar el interés de Hollywood.

John Wells, un cineasta curtido en la televisión –donde ha dirigido episodios de series tan conocidas como Urgencias o la más reciente e irreverente Shameless-, ha sido el encargado de trasladar a la gran pantalla la aclamada obra teatral y para ello ha contado con un guión firmado por el propio Letts, quien, por cierto, es también un reputado actor, galardonado con un Tony.

Como cualquier traslación a la gran pantalla de una obra teatral, Agosto no está exenta, sin embargo, de la limitación espacial inherente al formato escénico, lo que, si bien no lastra en demasía los logros del film, sí condiciona una factura cinematográfica que dista de ser deslumbrante.


No obstante, sería injusto tachar de prescindible un film que, construido a partir de una elaborada trama narrativa y de unos personajes con una notable hondura psicológica, cuenta con destacados aciertos, como la voluntad de Wells por minimizar el peso escénico de la obra original –acudiendo al uso de algunas localizaciones exteriores y de diversos escenarios interiores- o su conseguida recreación del ambiente opresivo y rancio que envuelve a una familia absolutamente disfuncional y que, rebosante de rencores, odios, celos y miserias, se ve, además, acentuado por ese intenso calor con el que el mes de agosto obsequia a los habitantes del estado de Oklahoma y que el cineasta estadounidense logra captar de una forma tan tangible que al espectador le resultará difícil sustraerse de su abrasador abrazo.

Por otra parte, lejos de sucumbir al folletín lacrimógeno al que podría dar pie una historia en constante crescendo dramático, Wells consigue mantener un pulso sostenido a lo largo de todo el metraje, sazonándolo con la dosis justa del humor más negro y regalando al espectador escenas tan logradas como la cena que reúne a todos los miembros de la familia o la del personaje interpretado por Meryl Streep recordando una anécdota de su pasado protagonizada por su madre.

Si bien esos ingredientes justifican el visionado de Agosto, su mayor atractivo radica, sin duda, en la elección de un reparto de magníficos actores, todos espléndidos en sus respectivos papeles y entre los que destacan, por la enjundia de sus personajes y por una interpretaciones con inequívoco aroma a Oscar, la siempre efectiva Meryl Streep y una Julia Roberts en plena madurez interpretativa.

Más allá de esa casi intolerable carga dramática que da pie al lucimiento de sus actores, Agosto resulta un film sumamente interesante por las reflexiones que suscita su visionado, especialmente las relativas al origen de las más crueles conductas humanas, que dejan al espectador la difícil tarea de dilucidar si éstas son consecuencia de la herencia genética, la educación recibida o el fruto de una búsqueda consciente y constante que confirmaría el viejo dicho de que los monstruos no nacen, sino que se hacen.


7 de febrero de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...ihistoriArte




Este viernes, El Investigador Cultural presta su atención a iHistoriArte, una revista digital que, creada en 2012, tiene como objetivo convertirse en un espacio didáctico para alumnos, profesores y para todas aquellas personas interesadas en materias como la historia, el arte o la literatura.

iHistoriArte, además, se constituye como una plataforma digital en la que se dan a conocer diversos eventos culturales –como, por ejemplo, exposiciones de arte- y como un espacio en el que los artistas pueden mostrar su trabajo.

Las personas que llevan a cabo esa intensa labor de difusión son los propios redactores de iHistoriArte –formados en diversas materias humanísticas- y los colaboradores, que pueden participar de manera esporádica o permanente y que, si lo desean, también pueden promocionar sus propios proyectos.

La web de iHistoriArte cuenta con apartados de gran interés, entre los que destacan los siguientes:
  • PekeHistoria. Espacio didáctico dedicado a los más pequeños.
  • iHA de motor. Sección volcada en la historia del automóvil.
  • Viajes con iHA. Apartado dedicado a los viajes a lugares con un especial legado histórico y cultural.
  • iHA Blog. Canal de comunicación de la plataforma en el que se pueden hallar las últimas noticias y novedades.  
  • iHA Arte. Espacio dedicado a artículos que versan sobre el mundo del arte.
iHistoriArte, por otra parte, ofrece toda una serie de servicios gestionados por profesionales del sector y ha organizado interesantes concursos, como I Concurso Nacional de periodismo histórico juvenil iHistoriArte o el I Concurso de Periodismo Histórico iHA

Como no podía ser menos en un proyecto de estas características, iHistoriArte cuenta con perfiles en las principales redes sociales:
Animándoos como siempre a que visitéis los enlaces proporcionados, os deseamos un ¡feliz fin de semana cultural!


4 de febrero de 2014

El tiempo entre costuras. Una adaptación casi perfecta



Mucha era la expectación generada desde que, a mediados de 2011, Antena 3 publicara las primeras imágenes de la serie basada en la preciosa novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras.

Tras larga espera, en octubre del pasado año, la cadena privada emitía, por fin, el primer capítulo de la que se ha revelado como, sin duda alguna, una de las mejores creaciones televisivas producidas en estos lares.

Con una factura impecable, casi cinematográfica, El tiempo entre costuras cuenta con numerosos aciertos, entre los que destacan una cuidada puesta en escena, secundada por una excelente fotografía e iluminación, una elegante banda sonora –con alguna reminiscencia a la serie británica Downton Abbey, pero con entidad propia-, un ritmo sostenido en todos sus capítulos y un logrado guión que no sólo capta la esencia de la obra original, sino que, permitiéndose algunas justificadas licencias creativas, se mantiene fiel al original literario.

No obstante, el mejor ingrediente de esta producción televisiva cabe hallarlo en un reparto compuesto por excelentes actores, entre los que destacan Mari Carmen Sánchez –magistral en su recreación de Candelaria, un personaje que en manos de otra actriz bien pudiera haber resultado vocinglero, cuando no ridículo y cargante-, las magníficas Elvira Mínguez y Alba Flores, Carlos Santos –que borda su papel y guarda, por cierto, un notable parecido con el actor estadounidense Kevin Kline- y, por supuesto, la increíble Adriana Ugarte, quien, con una interpretación rica en matices, logra encarnar a la perfección a Sira Quiroga, un personaje con una notable evolución personal.


La adaptación televisiva de la obra de Dueñas no está exenta, sin embargo, de algunos puntos negativos que, si bien no merman en demasía su factura, sí tienen el suficiente peso como para no pasar desapercibidos. El primero de esos desaciertos tiene que ver con la propia emisión de la serie en un horario indecente para quien madruga, hecho que se ve agravado por la ristra interminable de anuncios con la que es troceado cada capítulo y por los numerosos spoilers servidos vía anticipos y resúmenes.

En cuanto a la propia factura de la serie, cabría citar el poco cuidado retrato de los personajes nazis –rayano en el más puro cliché-, algunos fallos de contextualización histórica -especialmente el exceso de suntuosidad con el que se recrean ciertos escenarios- y escenas que, por su poco verismo, pueden resultar ridículas –como el robo perpetrado por Marcus Logan en la caja fuerte de un apartamento perteneciente a una familia nazi o el hecho de que este personaje, aun británico, hable un perfecto castellano y no recurra a su idioma para comunicarse con sus compatriotas, quienes, por cierto, sí tienen un marcadísimo acento.

Mención aparte merece el último capítulo -plagado de escenas poco creíbles y protagonizadas por villanos de opereta, tan torpes como viles- y el hecho de que, a pesar de recurrir a algunas acertadas licencias creativas -como la concerniente al destino de Ramiro, el primer amor de Sira-, los guionistas no hayan optado por recuperar aquellos otros importantes personajes que formaron parte de la vida de Sira -Candelaria, Félix, Paquita, Jamila…- y que, Dueñas, en el que quizá sea el punto más débil de obra, fundía en el olvido.

En cualquier caso, y a pesar de lo que antecede, El tiempo entre costuras resulta toda una sorpresa para quienes, acostumbrados a la calidad de las series producidas por la BBC, recelan de los productos televisivos made in Spain.


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