28 de junio de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Plataforma EEAASS





Esta semana, prestamos nuestra atención a la labor llevada a cabo por la Plataforma EEAASS, una apuesta, y ¡una lucha!, por la integración de las enseñanzas artísticas superiores en el sistema universitario.

De hecho, la legislación española de los últimos años había empezado a allanar el camino para la consecución de ese objetivo. En este sentido, baste citar la Ley Orgánica 2/2006 del 3 de mayo de Educación -que regulaba las enseñanzas artísticas y preveía la colaboración  entre las Comunidades Autónomas y las universidades de sus ámbitos territoriales- o el Real Decreto 1614/2010 -que, junto a otros decretos reales posteriores, incidía en la regulación de las enseñanzas artísticas superiores, definiendo los contenidos básicos y los procedimientos de acceso a las enseñanzas superiores de Arte Dramático, Música, Danza, Diseño y Artes Plásticas (especialidades en Cerámica, Vidrio, Conservación y Restauración de Bienes Materiales).

Sin embargo, con la reforma de la enseñanza superior, estas disciplinas artísticas tienen una muy difícil ubicación dentro del Espacio Europeo de la Educación Superior. Por este motivo, la Plataforma EEAASS pretende conseguir que la educación artística se inscriba dentro del sistema educativo universitario y que se expidan títulos reconocidos como grados universitarios oficiales.

Para conseguirlo, hace falta, lógicamente, la participación del profesorado, los alumnos, los agentes sociales, los profesionales dedicados a las enseñanzas artísticas y, cómo no, de toda la sociedad civil, vosotros.

Os recomendamos, por ello, que echéis un vistazo a su página web y, especialmente, y entre sus muchas secciones de interés, a sus apartados Manfiesto,  Firmas y adhesiones (Apoyo a “Por la Plena Integración de las Enseñanzas Artísticas Superiores en la Universidad”).

Por supuesto, una plataforma con un objetivo de tal calibre no podía prescindir de contar con perfiles en las principales redes sociales:


Emplazándoos, como siempre, a que consultéis los enlaces propuestos, os deseamos un feliz fin de semana.


25 de junio de 2013

Una exposición imprescindible: Japonismo. La fascinación por el arte japonés


Fuente: CaixaForum

El pasado 14 de junio se inauguraba en la Ciudad Condal una de esas exposiciones que, por temática y contenido, son de visita obligada para cualquier curioso, entendido y/o profesional del mundo del arte y la cultura.

Hablamos de Japonismo. La fascinación por el arte japonés, una muestra que, comisariada por Ricard Bru y enmarcada en los fastos de celebración del año dual España-Japón, ha logrado reunir más de 300 piezas artísticas –muchas de ellas nunca antes expuestas- procedentes de diferentes museos y colecciones privadas.

El japonismo, la corriente artística de influjo nipón que fascinó a artistas y burguesía casi por igual durante las postrimerías del siglo XIX e inicios del XX, tuvo su momento de apogeo en la década de 1860, momento en el que se produjo, en suelo japonés, la llamada Revolución Meiji, que comportó una apertura del país nipón hacia Occidente.

La exposición de CaixaForum, no obstante, no se centra por completo en ese marco temporal, sino que, por el contrario y muy acertadamente, incluye piezas artísticas facturadas hace cuatro centurias, en el llamado período namban, momento en el que tuvieron lugar los primeros intercambios comerciales y culturales entre España y Japón.

Esa decisión de abarcar tan amplísimo período de tiempo responde, sin duda, a la conmemoración de esos 400 años de relación entre ambos países, una celebración que ha incluido la reciente visita por estos lares del príncipe Naruhito. Sin embargo, el objetivo último de la exposición responde al deseo de evidenciar que si bien la corriente del japonismo se extendió, cómo no, a partir de la capital francesa, su impronta tuvo una especial importancia en España y, sobre todo, en Cataluña.

De hecho, fue el pintor catalán Marià Fortuny quien, fascinado por el arte nipón, introdujo, a su regreso de París, el japonismo en España; como era de esperar, la corriente artística ganó tantos adeptos en las principales ciudades españolas como en la capital gala, haciendo posible que los artistas de la época adoptaran para sus obras nuevas temáticas, composiciones o colores y deslumbrando a una burguesía que, además de coleccionar numerosos objetos de clara inspiración japonesa, se prodigó no poco en el pabellón nipón de la Exposición Universal de 1888 llevada a cabo en Barcelona.

Muchas de las piezas de aquel pabellón, junto con numerosos dibujos, pinturas, ilustraciones, mobiliario o joyas de diversos y reconocidos artistas, se exponen en esta exposición de CaixaForum; una muestra que permite, además, apreciar la fuerte influencia del arte japonés en el modernismo, la corriente de renovación artística europea de finales del siglo XIX e inicios del XX que, según el país de procedencia, ha sido bautizada con diferentes nombres.

Siendo ésta una exposición tan fascinante –con obras de Pablo Picasso, Francesc Masriera,  Edouard Manet o Toulouse-Lautrec-, resulta difícil decantarse por una obra u otra. Nosotras, sin embargo, no podemos dejar de hacer mención al retrato de Cristòfol Ricart de Joan Miró –os recomendamos, por cierto, que observéis el detalle de la firma del artista catalán; no tiene desperdicio.

Finalmente, un apunte de carácter expositivo. Se echa en falta –máxime ahora que CaixaForum grava a sus visitantes con 4 euros por entrada- una mayor apuesta por las nuevas tecnologías –una app, por ejemplo, que obrase a modo de audioguía no estaría nada mal. 


21 de junio de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Bárbola





Dirigimos hoy nuestra lupa a Bárbola, una empresa de gestión y divulgación cultural compuesta por diferentes profesionales procedentes de diversos ámbitos del sector de la cultura.

Constituida hace unos años, Bárbola ofrece variados servicios, tanto a particulares como a empresas, que agrupa en su interesante sección Servicios:

Bárbola ha llevado también a cabo diferentes y atractivos proyectos  entre los que destacan exposiciones como la de Benjamín Palencia o la de Petite Mort, la sonrisa de Tánatos, especialmente interesante por su relación entre arte y erotismo.

Fuente y copyright: Bárbola
Exposición "Benjamín Palencia. 1894-1980"


Además de esos apartados, cabe destacar que Bárbola tiene su propio Departamento de Prensa, está presente en Facebook y Twitter y, acertadamente, dispone de Newsletter.

Como siempre, os recomendamos que echéis una ojeada a los links citados y que paséis un fin de semana repleto de cultura.

18 de junio de 2013

Cuerpos extraños. Una exquisitez literaria



Reconocida novelista y ensayista norteamericana, la hoy octogenaria Cynthia Ozick no ha conseguido por estos lares la fama que mereciera. Prueba de ello es la tardía arribada a las librerías españolas de su última novela, Cuerpos extraños, editada en Estados Unidos hace tres años.

Ambientada a inicios de la década de los cincuenta del pasado siglo, a pocos años del fin de la Segunda Guerra Mundial, Cuerpos extraños tiene como influencia más inmediata la obra Henry James, autor por el que Ozick siente una especial devoción, hasta el punto de haberle dedicado un ensayo –What Henry James knew and other essays- que hoy, dos décadas después de su publicación, continúa siendo todo un referente para los estudiosos y amantes del trabajo del escritor norteamericano nacionalizado británico.

De hecho, partiendo de una historia con temas sumamente sugerentes –la familia, en tanto refugio y prisión, el arte como herramienta liberalizadora o el judaísmo como cuestión secundaria pero latente- Ozick, como su admirado James, hace gala de una prosa elegante, de estilo sutil, reposado y libre de estridencias dramáticas –aunque no de momentos de contenido dolor- , para entregarse, cual dotado entomólogo, a la disección de unos personajes tan dispares como afines en necesidades, tristezas y carencias.

En esa labor de descripción, Ozick emplea no pocas dosis de agudo, casi punzante, humor y se vale de un personaje central, que no principal, para articular las múltiples tramas que conforman su última obra. Así, a partir de Bea Nightingale –la profesora de literatura inglesa abandonada muchos años atrás por un marido con ínfulas de artista- el lector conocerá a los pocos miembros de su familia, su egoísta y mezquino hermano, sus díscolos sobrinos y, sobre todo, a Lily, la nuera de su hermano, una refugiada rumana de pasado trágico que sueña y lucha por abandonar la París de la posguerra.

El personaje de esta última y el de Julian, su esposo, resultan especialmente interesantes por las analogías que se establecen entre sus personas y sus países de nacimiento y/o  adopción, una Francia, y por extensión Europa, fracturada y herida por la guerra librada en su suelo y una casi contrapuesta Estados Unidos, que ha salido prácticamente incólume de la contienda bélica y que, aun paladeando una etapa de bienestar, muestra un cierto complejo de inferioridad –histórica, cultural y artística- con respecto al Viejo Continente.

Julian y Lily, a través de la aguda mirada de Bea, también sirven a Ozick para mostrar al lector la París de la que no se suele hablar, esa inhóspita antesala para cientos de refugiados europeos a la espera de un destino presumiblemente mejor a miles de kilómetros de distancia de su lugar de nacimiento. Una París que convivía con esa otra, tan anclada en el imaginario colectivo, la de la urbe, acogedora y bohemia, habitada e inmortalizada durante décadas por virtuosos y variopintos artistas.

Ozick, sin embargo, no sólo se detiene en París, pues su descripción de los hermanos Bea y Marvin, descendientes de europeos judíos, también simboliza las enormes diferencias existentes entre las costas este y oeste de Estados Unidos, dos universos distantes y antagónicos aun a pesar de hondear en ellos la misma bandera.

Cuerpos extraños es, en definitiva, una exquisitez literaria que se lee con auténtica delectación y que reúne todos los ingredientes para convertirse en uno de los clásicos del futuro, por lo que, muy difícilmente, dejará indiferentes a los amantes de la Literatura con mayúsculas.


14 de junio de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Asimétrica




Hoy dedicamos el nuevo post del Investigador Cultural a Asimétrica, una red de profesionales formada por un equipo multidisciplinar proveniente de campos como el de la gestión cultural, el marketing, los nuevos medios o las finanzas.

El principal objetivo de Asimétrica radica así en el establecimiento de lazos de contacto entre cultura y mercado mediante diferentes servicios –consultoría, asesoría y formación para instituciones y organizaciones culturales- que en su web quedan recogidos en los siguientes apartados:


Además de su equipo de profesionales, Asimétrica cuenta con colaboradores estratégicos internacionales -encargados de establecer las relaciones con otras instituciones u organizaciones de gestión cultural fuera del ámbito nacional- y con expertos y especialistas de diversas disciplinas –que participan en distintos talleres con el fin de mostrar la efectividad de un determinado proyecto.

En cuanto a su web, cabe citar dos secciones de gran interés: “Recomendamos” –que ofrece recursos para profesionales de la gestión cultural- y “Conectando audiencias” –un espacio dedicado a la revista digital que Asimétrica edita y en la que participan diferentes expertos del sector cultural a nivel nacional e internacional.

Por último, no podemos dejar de mencionar el blog de esta red de profesionales y su presencia en las principales redes sociales, Facebook  Twitter y Linkedin.

Esperando que los enlaces proporcionados os sean provechosos, os deseamos un feliz y cultural fin de semana.


11 de junio de 2013

Shenzhen. Viaje al país del dragón rojo



Famoso por sus novelas gráficas inspiradas por sus vivencias en distintos países, el dibujante francocanadiense Guy Delisle inició con Shenzhen -una obra que recogía sus impresiones sobre una estancia laboral en una ciudad china próxima a las urbes de Cantón y Hong Kong- su andadura en el subgénero de la novela gráfica de viajes.

A Shenzhen siguieron Pyonyang –sumamente alabada últimamente por su retrato de primera mano de la belicosa y hermética Corea del Norte-, Crónicas Birmanas y Crónicas de Jerusalén.

No obstante, y a pesar de que Guy Delisle asienta con Shenzhen las bases de su más característico estilo gráfico y narrativo, muchos de los ingredientes de esta primera obra, aun de buena calidad, se hallan todavía en pleno proceso de maduración.

De hecho, el ritmo narrativo de Shenzhen no es tan sostenido como habrá de serlo en las siguientes obras del dibujante canadiense y  en sus páginas se echan en falta mayores dosis de profusión de detalles en la composición de las viñetas y, por supuesto, de la crítica sana y constructiva a la que Delisle tiene acostumbrados a sus seguidores.

A todo ello habría que añadir que el dibujante canadiense todavía no ha depurado su caracterización de personajes con el trazo simple y efectivo que le es característico, aunque incluya viñetas en las que muestra logradas y rigurosas reproducciones de obras de Rembrandt y de extractos pertenecientes a autores de origen chino, cuyo nombre queda debidamente acreditado.

Shenzhen, por otra parte, y a diferencia de la producción posterior de Delisle –más descriptiva y crítica con la realidad de la que fue observador privilegiado- se centra especialmente en la soledad impuesta por la prácticamente nula comunicación verbal, el inevitable choque cultural y el hecho de que en este viaje el dibujante canadiense no fuera acompañado por su familia ni lograra hallar un grupo de expatriados con el que poder reunirse con cierta regularidad.

No obstante, y a pesar de todo lo que antecede, quien siga de cerca los pasos de Delisle en el campo de la novela gráfica de viajes difícilmente quedará decepcionado con Shenzhen, pues en esta obra pueden hallarse los mejores ingredientes que le han convertido en uno de los dibujantes de cómic más apreciados en Europa por crítica y público. De hecho, en este primer trabajo dedicado a sus experiencias como expatriado, Delisle regala al lector un torrente de anécdotas servidas con gran humor –ése que, sin denigrar ni ofender, arranca más de una carcajada-, entre las que destaca la ingesta de sangre de serpiente diluida en agua y aderezada con la vesícula del animal; el extraño método para buscar trabajo en China –desplegando en plena calle los títulos académicos obtenidos con duro esfuerzo; la demencial forma de circular con bicicleta en las ciudades chinas; o la mención al alto edificio, sito en pleno centro de la ciudad, en el que trabajan cientos de personas pero que no dispone de ventanas.

Los enamorados del Noveno Arte, además, hallarán en las viñetas de Delisle –no diremos en qué página, os retamos a que lo encontréis solitos- un guiño a uno de los personajes más queridos del cómic, Tintín y, por supuesto, su inseparable Milú.

En definitiva, estamos ante una obra de lectura absolutamente recomendable y que abrirá, sin duda, el apetito a quienes todavía no conozcan el trabajo de Delisle.


7 de junio de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Los Lugares tienen memoria






Centramos hoy nuestra atención en Los lugares tienen memoria, un weblog que, según sus creadores, pretende mostrar la memoria de aquellos lugares que, a lo largo de nuestras vidas, recorremos y visitamos sin detenernos a escuchar los recuerdos que albergan y conforman su evolución histórica para mostrarse tal y como los conocemos hoy en día, recordando así y reivindicando el patrimonio cultural, histórico y artístico que muchas veces, demasiadas, es olvidado, cuando no ignorado, por gobernantes y sociedad civil.

Con tan loables objetivos, no resulta extraño que este más que recomendable weblog fuera premiado con el Galardón de Oro en Difusión cultural, concedido por la Red Española de Historia y Arqueología.

Uno de los aspectos más interesantes de Los lugares tiene memoria son, sin duda, los diferentes apartados nacidos al amparo del proyecto E-ditablog  cuyo objetivo es la creación de weblogs con temática cultural diversa: 
Otros enlaces destacados de Los lugares tienen memoria son Secciones del blogger -que permite agrupar el contenido del blog por temática, cronología y por entradas- Selección podcasts, Colaboraciones y Entrevistas.

Habría que destacar también que el weblog ofrece la posibilidad de colaborar, hacer sugerencias y/o consultas especializadas, a través de e-mail, sobre cualquier tema expuesto en sus páginas.

Por supuesto, Los lugares de la memoria tiene presencia en las principales redes sociales, Twitter y Facebook, y ofrece sindicación de contenidos vía RSS.

Os recomendamos, como siempre hacemos, que echéis una ojeada a los enlaces proporcionados. Será, a buen seguro, un tiempo bien invertido.

Y, sin más, tan sólo nos resta desearos un relajado y cultural, siempre cultural, fin de semana


4 de junio de 2013

El impostor. Un inquietante docudrama



Texas, verano de 1994. Nicholas Barclay, un preadolescente de 13 años, desaparece sin dejar rastro. Cuatro años más tarde, su familia recibe una llamada de un lugar tan alejado como improbable, Linares (España). Las plegarias de los Barclay parecen, al fin, haber sido atendidas. Nicholas ha dado señales de vida.

Las autoridades españolas, no obstante, dudan. El reaparecido Nicholas, un joven de cabello y ojos oscuros que parece haber dejado definitivamente atrás la adolescencia, guarda poco parecido con las imágenes que llegan del otro lado del mundo y que muestran a un niño rubio de mirada azul.

Sin embargo, ninguno de esos cambios operados en la fisonomía del supuesto Nicholas, ni su obstinado mutismo e introspección ni un fuerte acento extranjero alarman o siembran la duda entre la familia Barclay, que acoge al joven con los brazos abiertos.

Inquietante, increíble, inaudita pero… real. Esta historia, publicada hace unos años por The New Yorker, fascinó hasta tal punto al realizador de El impostor, el británico Bart Layton, que decidió llevarla a la gran pantalla en un formato a medio camino entre el docudrama, el cine de acción y el thriller, dando como resultado una obra inquietante que atrapa al espectador, no ya desde los primeros minutos de metraje, sino antes, con su envolvente tráiler.


Confeccionado con los mejores ingredientes de esos géneros, en El impostor se imbrican con maestría, y con un ritmo narrativo deudor de los mejores filmes de suspense, hechos reales con meras suposiciones, documentación de archivo con material de ficción e, incluso, con algún guiño televisivo, como varios cortes de  muy conocidos y añejos seriales.

También acertadamente, Layton apuesta por aderezar las entrevistas a los verdaderos protagonistas –quienes soportan largos planos cual consumados actores- con flashbacks que recrean la sorprendente historia que les tocara vivir hace ahora casi dos décadas.

Tal alud de información no resulta, sin embargo, confuso para el espectador, pues El impostor, aunque inconcluso, es un complejo puzzle en el que las piezas, a pesar de giros de guión y sorpresas finales, encajan con precisión, aunque algunas, por la ausencia de otras, parezcan desgajadas del conjunto y siembren una duda inquietante en la mente del espectador; y es que el broche final de El impostor, lejos de responder a todos los interrogantes planteados, impele a formularse infinidad de preguntas e incluso a cuestionar la propia veracidad de una historia con tintes tan irreales y asombrosos como la supuesta ingenuidad de la familia estadounidense, la increíble inoperancia inicial de las autoridades norteamericanas, o la sagacidad del detective que empezó a iluminar los puntos más oscuros de una historia que, en su particular obsesión, vinculó con el terrorismo.

Interesante experimento cinematográfico y auténtico ejercicio de reflexión sobre la mentira y sus ramificaciones y consecuencias, El impostor es, además, uno de esos pocos documentales que logran hacerse un hueco en la cartelera española, lo que se constituye como todo un acicate para cualquier cinéfilo militante.

¡Seguiremos con atención la obra de Layton!


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