29 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...Emilianensis




Este viernes dedicamos nuestra atención a Emilianensis, un proyecto que, auspiciado por la Fundación de San Millán de la Cogolla, la Orden de Agustinos Recoletos y el Ayuntamiento de San Millán de la Cogolla, tiene como objetivo la valorización y el fomento del patrimonio cultural y natural del valle de San Millán y de los monasterios de Suso y Yuso, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad (UNESCO) en 1997.


Esta iniciativa cultural cuenta con el apoyo económico del programa comarcal “La Rioja Occidental” y se sustenta en un programa de desarrollo turístico y educativo que incluye actividades culturales dirigidas a diferentes públicos, entre las que destacan las concebidas para ser realizadas en familia -Un territorio para explorar en familia- o los talleres destinados a niños en edad escolar -Talleres de patrimonio para escolares.

La página web del proyecto Emilianensis, en su apartado "Organiza tu viaje", pone a disposición del usurario información diversa y toda una serie de recursos de interés sobre la zona del Valle de San Millán, como, por ejemplo, una selección de hoteles y restaurantes, los horarios y tarifas de los monasterios de Yuso y Suso o guías de diferentes rutas de senderismo.

Otro apartado interesante de la web es el de "Noticias", situado en el margen derecho de la pantalla y que, como su nombre indica, recoge todas aquellas noticias relevantes que hagan mención de la zona de San Millán de la Cogolla.

Conscientes del valor de las redes sociales como herramientas de difusión cultural, Emilianensis cuenta con perfiles en las principales redes sociales:


Como siempre, os recomendamos que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados y os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura.


26 de noviembre de 2013

La infancia de Alan. Una preciosa novela gráfica



Hace casi dos décadas, un encuentro fortuito hizo posible que el hoy aclamado historietista Emmanuel Guibert conociera, durante unas vacaciones en la Isla de Ré, a Alan Ingram Cope, un estadounidense afincado en Francia que había combatido en la Segunda Guerra Mundial.

A partir de aquel momento, entre ambos hombres se fue fraguando una estrecha y sólida amistad que, en los años venideros, propiciaría la realización de una de las más celebradas obras de Guibert, La guerra de Alan, una novela gráfica servida en tres entregas y basada en las vivencias de Cope durante su etapa como combatiente.

Pocos años después de editarse el tercer tomo de esta serie, Guibert ha vuelto a adentrarse en el pasado de su amigo para elaborar su última obra, La infancia de Alan, una suerte de precuela que le ha hecho merecedor del premio al Mejor Dibujante Extranjero, concedido por la revista Dolmen en la pasada edición de los Premios de la Crítica 2013.

Tejida a través de los recuerdos de Cope y realizada con una enorme ternura, La infancia de Alan sumerge al lector en uno de los más interesantes momentos históricos de Estados Unidos, la Gran Depresión –la profunda crisis económica desatada a raíz del Crack del 29- y el período de entreguerras.

Absolutamente lograda en planteamiento y desarrollo, La infancia de Alan resulta una obra excepcional desde su mismo inicio, con unas primeras y grandes viñetas a todo color que trasladan al lector a una enorme autopista californiana y que, a medida que se van pasando las páginas, van cambiando su tonalidad cromática -mostrando así el avance de las horas y el declinar del día- para acabar dando inicio, con total ausencia de color, a la historia que da título a esta novela gráfica.

Guibert se vale del relato en primera persona –asumiendo así el papel de Cope- y de un estricto blanco y negro para realizar su inmersión en el pasado de su protagonista; un pasado que no es mostrado de forma lineal -aunque exista un hilo narrativo-, sino que se confecciona, como lo hace la propia memoria humana, a base de fragmentos, privilegiando algunos hechos sobre otros e imbricándolos con aquellos acontecimientos y circunstancias que marcan la memoria colectiva de un determinado período histórico.

La infancia de Alan se constituye así como un magnífico aporte a la llamada microhistoria, esa tendencia historiográfica que aborda los hechos históricos desde una perspectiva por completo alejada de héroes y próceres y, por ende, centrada en vidas anónimas, como la de Alan, marcada por la pérdida de un ser muy querido, pero también, y definitivamente, por la escasez y la miseria de los años de su infancia y por su participación, aún siendo muy joven, en una contienda bélica que, aún mundial, quedaba geográficamente muy lejos de su país.

Desde el punto de vista más artístico, cabría destacar la magnífica composición de unas viñetas que, protagonizadas por unos personajes caracterizados con portentoso realismo, se ven aderezadas con la inclusión de fotografías reales y retocadas y con una gran profusión de detalles que, en algunos momentos y para recalcar hechos y recuerdos muy concretos, brillan por su ausencia, quedando sus protagonistas -solos o acompañados- sin más accesorio que un fondo blanco o negro.

La infancia de Alan es, en definitiva, una novela gráfica que difícilmente dejará indiferente a ningún lector y que, dadas las fechas que se avecinan, puede ser un muy buen regalo para cualquier aficionado al Noveno Arte.


22 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...BORDER




En esta ocasión, nuestro Investigador Cultural se desplaza hasta el otro lado del Atlántico, concretamente a México, para descubriros Border, un centro cultural especializado en arte contemporáneo emergente.

En tanto espacio artístico alternativo, Border apoya a nuevos artistas dando a conocer su obra a través de su propia infraestructura, que deviene así en una auténtica plataforma artística y el lugar en el que se pueden hallar las diferentes convocatorias de exposición, en el propio centro o bien colaborando con otras entidades –sería el caso de Adidas, con las becas Adidas Border.

Border, además, lleva a cabo diferentes acciones –presentadas de manera detallada en sus apartados “Quién” y “Qué”- en el ámbito de las artes visuales, multimedia y grafiti/arte urbano y divididas en las siguientes secciones:
Producción
Vinculación
Formación 
Investigación

A través de su página web, Border ofrece, además, diferentes talleres presenciales y virtuales centrados en estas disciplinas artísticas y formación específica en moda contemporánea gracias a su Diplomado en Moda Contemporánea.

En su web, Border también facilita a los usuarios su programa de producción de artistas nacionales e internacionales -2006-2012-, disponible a través de su sección “Archivo” y con un sistema de localización que permite buscar por artista, disciplina, palabra clave o visionar todo el conjunto.

En la página web de Border destacan, además, otras secciones: Prensa y + Reciente

Por supuesto, y como no podía ser de otra forma, esta iniciativa artística y cultural mexicana también está presente en la Web 2.0:
Animándoos como siempre a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana cultural y artístico.

19 de noviembre de 2013

Días sin hambre. Un descenso al infierno de la anorexia



Muchos años antes de convertirse en una aclamada escritora, Delphine de Vigan padeció una enfermedad que la condujo a un estado que tan sólo podría calificarse como la misma antesala de la muerte.

Famélica, con un peso inferior a los cuarenta kilos y un cuerpo que ya prácticamente no la sostenía en pie, la autora francesa –entonces una joven estudiante de diecinueve años- hubo de ser ingresada en un centro hospitalario especializado en su dolencia, la anorexia.

De Vigan habría de permanecer en aquel hospital varios meses, los justos para conseguir que su cuerpo alcanzara los cincuenta kilos y los suficientes para consignar por escrito, en notas y libretas, todo el sufrimiento –tanto físico como psicológico- que comportó el tratamiento médico al que fue sometida. Pasado el tiempo, aquellos escritos darían pie a la redacción de su primera novela, Días sin hambre, publicada en 2001 bajo el pseudónimo de Lou Delvig y que ahora llega a las librerías españolas.

Dura, sobria y esperanzadora. Estos podrían ser los adjetivos que mejor definiesen esta primera obra de Delphine de Vigan, una novela que, por su propia temática, no resulta un plato fácil de digerir –no en vano, y en una suerte de catarsis, la autora francesa desgrana su día a día en el hospital describiendo muy vívidamente su difícil proceso de curación-; sin embargo, lejos de constituirse como un relato de desaforado dramatismo teñido de morbosidad –ésa a la que bien pudiera prestarse la descripción de una enfermedad como la anorexia, que comporta un deterioro físico tan extremo-, la obra de De Vigan se constituye como una narración ponderada, sobria –que no fría- y, sobre todo, optimista hasta el punto de ser una lectura más que recomendable para todos aquellos lectores que hayan padecido, en sus carnes o en las de sus seres queridos, los devastadores efectos de una enfermedad tan mediática como poco conocida.

De hecho, es en la descripción de las causas que conducen a esa enfermedad donde reside el mayor acierto de Días sin hambre. Unas causas que, reveladas de forma dosificada por la autora a lo largo de su obra, nos descubren que la anorexia no responde solamente al empecinamiento por alcanzar un determinado canon de belleza, sino que puede ser consecuencia de problemas muchísimo más serios, como los de Laure –el alter ego de De Vigan-, con una infancia marcada por la violencia verbal, el abandono y la locura.

En cuanto a los terribles efectos de la enfermedad, Días sin hambre resulta un relato inquietante por no ceñirse exclusivamente a la publicitada imagen de las personas aquejadas por la anorexia, sino por incidir en los paralelismos entre esta dolencia y aquellas otras derivadas de las drogodependencias, como, por ejemplo, la sufrida por una joven cocainómana con la que Laure acabará identificándose en más de un momento.

Con un ritmo narrativo muy sostenido, Días sin hambre resulta a ratos, no obstante, un relato un tanto caótico, especialmente en aquellos párrafos con una ausencia flagrante de los necesarios signos de puntuación. Este recurso, sin embargo, se revela sumamente efectivo para diseccionar a Laure, mostrando sus carencias, deseos, logros, miedos e inseguridades. Para lograr ese vívido retrato de su alter ego, De Vigan, además, recurre a un tono intimista, aunque no exento de un cierto distanciamiento –acentuado por el recurso del narrador omnisciente-, lo que revela que la redacción de esta primera obra, aun muy posiblemente liberadora, debió ser tarea ardua para su autora. 


15 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...ANTIQUITAS




El Investigador Cultural presenta esta semana a ANTIQUITAS, una empresa barcelonesa de reciente creación.
  
ANTIQUITAS es un muy innovador proyecto creado por dos profesionales formadas en el campo de las Humanidades y con una vasta experiencia en el mundo de la cultura. Por ello, el principal objetivo de esta iniciativa es la divulgación cultural y la reivindicación de las Humanidades a través de cursos, actividades y exposiciones, entre otras acciones.

Los cursos ofrecidos son en modalidad online –mediante la aplicación web de Moodle- y están impartidos por docentes con una larga y destacada trayectoria profesional. Se dividen en las siguientes materias:
Otros cursos, junto a conferencias presenciales y viajes culturales, se hallan recogidos en el apartado actividades y, como los anteriores, están dirigidos por docentes especialistas en la materia abordada.

ANTIQUITAS, además, ofrece servicios a diferentes instituciones del ámbito de la cultura, como la dinamización de espacios culturales o la comercialización de exposiciones itinerantes.

Por último, habría que destacar la presencia de esta iniciativa cultural en la Web 2.0:
Como siempre, os recomendamos que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados y visitéis la página web, atractiva en forma y contenido y en la que se percibe claramente la gran ilusión con la que se ha emprendido este proyecto cultural.

¡Os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura!

12 de noviembre de 2013

Llapis i…acció! Una exposición imprescindible



El pasado 8 de octubre se inauguraba en el Palau Robert de Barcelona una de esas exposiciones que, por contenido y puesta en escena, son de obligada visita para todo amante de la cultura y el arte.

Dedicada a Roser Capdevila, la autora de la célebre serie Les tres bessones (Las tres mellizas), Llapis i…acció! se constituye como un fascinante recorrido por la vida y obra de una de las más importantes ilustradoras catalanas, creadora prolífica conocida allende los mares, pues su trabajo, traducido a numerosos idiomas, ha llegado a lugares tan geográficamente remotos como Japón.

Auspiciada por la Generalitat de Catalunya con el concurso de varias entidades públicas y privadas –Gas Natural Fenosa, la Fundació Lluís Curulla y la Biblioteca de Catalunya, depositaria, por cierto, del legado de la ilustradora-, Llapís i…acció! ha sido comisariada por Mercè Alsina –crítica de arte- y Anna Batet –arquitecto e hija de Roser Capdevila.

Uno de los mayores atractivos de esta exposición radica, sin duda, en mostrar de una forma muy original la evolución, tanto como ilustradora como escritora, de Roser Capdevila, relacionándola con su propia trayectoria personal, que tanto ha influido en su trabajo. Baste citar, por ejemplo, que la inspiración para realizar su más famosa obra le vino dada a Capdevila por su experiencia como madre de trillizas o que la creación de uno de sus personajes más emblemáticos, la jirafa Palmira –muy conocida en Japón-, beba no poco de su temprano y profundo amor por la música.

Resulta evidente que sin la participación de la propia Capdevila y de sus amigos y familiares –que han prestado parte de las piezas exhibidas- la presente muestra habría tenido, muy posiblemente, un resultado diferente. Sin embargo, cabe destacar el magnífico trabajo llevado a cabo por las dos comisarias de este proyecto expositivo.

Un proyecto que cuenta con una espectacular puesta en escena en la que destacan numerosos elementos, como las vitrinas con piezas tan curiosas como libretas con dibujos, pequeños teatros y altares hechos de cartón y coloreados o facturas reales pero muy sui generis. A ello se añadiría la original forma de presentar los distintos espacios expositivos –con paneles grandes en forma de libreta con anillas-, la propia disposición de los cuentos seleccionados –acompañados por escenografías acordes con su temática-, la interesante selección de bocetos -entre los que destacan los que hacen referencia a la situación económica, social y política no sólo de Cataluña y España, sino del resto del mundo- y, finalmente y como colofón, la recreación de un cabaret en el que se proyectan vídeos con actuaciones privadas de Roser Capdevila con sus pequeños teatros y personajes creados con cartón y muchísima imaginación.

La distribución de la exposición no es, sin embargo, del todo perfecta –no por diseño, sino por falta de espacio-, por lo que recomendamos acudir entre semana y evitar días festivos. La disposición de los textos de los cuentos, por otra parte, obliga al visitante a agacharse para poder leerlos, aunque puede excusarse, pues un segmento muy importante del público al que va dirigida esta exposición se halla en edad escolar. De hecho, y no por casualidad, el diseño expositivo de Llapis i… acció! se ve claramente influenciado por el propio de parvularios y escuelas y un elemento importante de la muestra es la ideación de un juego que, servido en códigos QR distribuidos por todo el espacio, permite a niños –y no tan niños- pasar un rato divertido respondiendo a preguntas cuyo acierto tiene premio.

En definitiva, no hay excusa para perderse una exposición como ésta, máxime porque podrá visitarse hasta el próximo 27 de abril. 


8 de noviembre de 2013

El Investigador Cultural propone hoy a...TA-TÁ Gestión Cultural


El Investigador Cultural inicia nuevo mes con otro e interesante proyecto volcado en el mundo de la cultura, TA-TÁ Gestión Cultural, una empresa sita en Las Palmas de Gran Canaria que, como su nombre ya indica, tiene por objeto social nuestra profesión.

De reciente creación, TA-TÁ Gestión Cultural es una pequeña consultoría que, fundada por Xiomara Villanueva, ofrece diversos servicios especializados en proyectos creativos y culturales –diseño y desarrollo, dirección y coordinación, asesoramiento y consultoría, apoyo a la gestión de espacios culturales, innovación y dinamización cultural y actividades diversas relacionadas con el mundo de la cultura y el turismo.

En su apartado de “Portfolio” se pueden encontrar proyectos propios de TA-TÁ (TA-TÁ LAB), así como los creados para particulares o profesionales –como, por ejemplo, Una Esquina para mi barrio

Como buena iniciativa cultural, TA-TÁ busca la colaboración con otros profesionales, freelancers, para la creación de sus actividades –artísticas y divulgativas, entre otras-, que se agrupan y enumeran en la página principal de su web.

Si bien TA-TÁ inició hace relativamente poco su andadura, su presencia en las principales redes sociales y la Web 2.0 es destacable:

  • Facebook 
  • Twitter
  • Linkedin 
  • Prezi (el icono de esta herramienta de presentación, sin embargo, sólo es accesible, y por ahora, a través de su página en Facebook).

Animándoos, como siempre, a que echéis una ojeada a todos los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana cultural.


5 de noviembre de 2013

Gravity. Una grata experiencia cinematográfica



Tras siete años de intensa preparación, el cineasta mexicano Alfonso Cuarón estrenaba, finalmente y hace tan sólo unas semanas, Gravity, un film que viene precedido por las noticias que apuntan a que se trata de una de las más costosas producciones de la industria del cine.

Si bien calidad y holgado presupuesto suelen tener un difícil encaje, Gravity ha logrado un buen número de críticas entusiastas desde que fuera proyectada en la pasada edición del Festival de Venecia. En cuanto a su aceptación por parte del público, baste decir que su recaudación en taquilla ha superado todas las expectativas y, por ahora y según los datos arrojados por IMDb concernientes al Box Office estadounidense, ya ha alcanzado los doscientos millones de dólares en entradas vendidas.

A pesar de lo que antecede, sin embargo, ha sido precisamente el precio de la entrada durante la Fiesta del Cine –unos muy asumibles 2,90 euros- lo que, de veras, nos ha impelido a visionar un film que, monumental en concepción y formato, brinda al espectador una experiencia cinematográfica única, prácticamente ineludible para todo cinéfilo militante.


A primera vista, no obstante, esta historia de supervivencia urdida por Cuarón y su hijo podría inducir a pensar que, nuevamente, nos hallamos ante uno de esos guiones pobremente elaborados que no tienen más fin que el de sustentar, aunque sea frágilmente, un despliegue de costosos y aparatosos efectos especiales. Afortunadamente, Gravity está lejos de seguir ese esquema y, de hecho, Cuarón consigue que la trama argumental de su film atrape al espectador desde el primer momento, anclándolo en la butaca en un estado de tensión y angustia permanentes, sin que importe en absoluto la aparente sencillez del guión –dos astronautas luchan por su supervivencia tras una lluvia de basura espacial- ni una resolución que se intuye previsible desde los primeros minutos de metraje.

Para lograr semejante resultado, Cuarón se vale magníficamente bien del manejo de tiempos, dosificando la acción y manteniendo un ritmo sostenido e inquietante, a pesar de que Gravity es un film inusualmente lento para los estándares de Hollywood.  Esa lentitud narrativa y su increíble riqueza y fuerza visual recuerdan poderosamente, y en más de un momento, a la gran obra que Kubrick enmarcara en el espacio, 2001. Una odisea del espacio. De hecho, no son pocas las escenas de Gravity que se imprimirán en la retina del espectador, especialmente por el tratamiento tan realista con el que se recrea la vida fuera de la Tierra, algo que ha sorprendido y agradado –salvo, las lógicas excepciones- a los expertos en la materia.

Gravity, por otra parte, también resulta sumamente interesante por las reflexiones que suscita el desarrollo de su trama y que apelan a aquellas preguntas sin respuesta que la humanidad viene haciéndose desde el mismo inicio de su existencia. En ese sentido, resulta especialmente gratificante que Cuarón no haya abundado en el dramatismo de la historia del personaje encarnado por Bullock –magnífica en su papel, por cierto- ni recurrido al uso de flashbacks, que, en un film como éste, habrían roto su logradísima atmósfera y ritmo.

En definitiva, Gravity es, por su magnificencia, uno de esos films capaces de despertar el amor por el Séptimo Arte a más de un cinéfilo en ciernes, por lo que encarecidamente se recomienda su visionado en pantalla grande. Como punto negativo, tan sólo podría señalarse la inclusión de una banda sonora que, si bien se convierte en el contrapeso ideal para los momentos en los que reina un silencio angustiante, resulta, a ratos, demasiado estridente. 


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