El desaparecido Terenci Moix admitió en una ocasión su frustración por haber nacido en un momento en el que los grandes clásicos de la literatura ya habían sido escritos. Habría que preguntarse cuántos creadores no se han sentido alguna vez, como el escritor catalán, amedrentados por las obras y autores del pasado.
Cuando se han escrito tantos libros, rodado tantos filmes, pintado tantos cuadros y producido tantas obras de diversas disciplinas artísticas, innovar resulta tarea ardua, pero no imposible, como viene a demostrar El tiempo entre costuras, una obra atípica en la literatura española, no sólo por evocar el pasado colonial del país (tema recurrente en la literatura inglesa y francesa) sino por tratar un período histórico tan convulso bajo un prisma cercano al de un entomólogo, aunque no por ello su autora deje de mostrar sus inclinaciones (hay que destacar también que la obra, en otro alarde de innovación para una historia ficticia salpicada de personajes reales, cuenta con una más que interesante bibliografía).
El tiempo entre costuras, por otra parte, tampoco ha sido objeto de una poderosa campaña mediática, sino que su éxito se debe al boca a boca de los miles de lectores que la han leído, gran parte de los cuales, en su papel de prosumidores (esa figura híbrida entre consumidor y crítico surgida con las nuevas tecnologías e internet), han logrado llevarla a los primeros puestos en la lista de los libros más vendidos y han propiciado su paso a la pequeña pantalla.
¿Y qué es lo que tiene este libro para haber gustado tanto? Pues aparte de los ingredientes reseñados, cuenta con una prosa exquisita y un brío narrativo excelente que son capaces de combinar con maestría escenarios y situaciones dispares, sin forzar la trama ni caer en absurdos. Por otra parte, los elaborados personajes de Dueñas trascienden las páginas de su obra para convertirse en personajes reales, de carne y hueso, llenos de matices y sutilezas.
Sin duda, María Dueñas es una autora a seguir.
Un libro increíble. Pero me parece, os lo certifico cuando lo acabe de leer, que superado por "Dime quien soy" de Julia Navarro. Silvia
ResponderEliminarSilvia, me parece insultante comparar esta obra con el libro de Julia Navarro. No solo tiene un nivel literario muy superior, sino que sus tramas y personajes están muy bien construidos, mientras que "Dime quién soy" está repleto personajes planos y de situaciones absurdas.
ResponderEliminarNo es cuestion de comparar. Para mí, El tiempo entre costuras está escrito de pena...
ResponderEliminarsi bien tiene una prosa excelente y el primer capitulo esta muy bueno,,luego se delira en un pastiche inverosimil de espias..con situaciones tan ridiculas como elmalvado.seductor en portugal y otras escenas dignas de un film de clase b
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