Pixar. 25 años de animación. Una singular muestra expositiva

Portada del folleto de la exposición
CaixaForum

Pionera en la animación por ordenador, Pixar Animation Studios revolucionó la industria cinematográfica cuando en 1995, tras haber unido fuerzas con la todopoderosa factoría Disney, realizó el primer film de la historia enteramente animado por ordenador, Toy Story, largometraje ante el que cayeron rendidos público y crítica y que, además de ser el primero de una trilogía, dio paso a la producción de más de una decena de títulos que han seguido su misma estela.

Diez años después de aquel hito, el emblemático MoMA de Nueva York inauguraba una exposición dedicada en exclusiva a Pixar, desde sus inicios como estudio de animación creado a partir de una división de la empresa Lucasfilms –fundada por George Lucas- hasta su incontestable consolidación en la industria del cine.

El éxito de aquel proyecto expositivo, que entonces conmemoraba los 15 años de vida Pixar, fue tal que la exposición acabó convirtiéndose en itinerante y pudo contemplarse en numerosas ciudades repartidas a lo largo y ancho del mundo. Una década más tarde, esta muestra expositiva ha llegado finalmente a España y lo ha hecho con contenidos ampliados, dado el tiempo transcurrido, para conmemorar el 25 aniversario de la pionera e innovadora compañía estadounidense.

Albergada en el CaixaForum de Barcelona, después de haber sido mostrada en Zaragoza y Madrid, Pixar. 25 años de animación resulta una visita imprescindible para todos los amantes del Séptimo Arte en general y para los apasionados del cine de animación en particular, no sólo por su temática, sino por su cuidada y profusa selección de piezas –más de 400, nada menos- dispuestas en un espléndido diseño expositivo.

Entre esas piezas destacan esbozos, maquetas, storyboards, colorsripts, vídeos, instalaciones digitales, carteles… infinidad de obras realizadas con medios, tanto digitales como artesanales, que rara vez abandonan los estudios en los que fueron gestadas, pero que sin su concurso difícilmente se habrían podido realizar films hoy por todos conocidos y a los que los comisarios de la exposición han dedicado, gracias al uso de paneles estratégicamente colocados, diversas secciones independientes entre sí.

Esta muestra, sin embargo, resulta tan espléndida por las piezas seleccionadas como por los textos que las acompañan, amenos a la par que profusos en información, aunque sin llegar a ser farragosos, lo que, desde el punto de vista expositivo, resulta todo un acierto.

Gracias pues a esos textos y a un gran diseño expositivo –en el que destaca el uso de unas originales vitrinas circulares con cierto eco a tubos de ensayo- el visitante podrá realizar un fascinante recorrido cronológico por la historia de la compañía y conocer de la mano de su director creativo, John Lasseter -a quien se cita en numerosas ocasiones-, la importancia que Pixar otorga tanto a la construcción de personajes como a la creación de historias para labrar una filmografía que se halla lejos de quedar supeditada al uso de las más nuevas tecnologías –que, en definitiva, es un peligro del que, como prueban los primeros films sonoros o los pioneros en la utilización del Technicolor, resulta difícil sustraerse.

Finalmente habría que destacar que el colofón de la visita lo constituye la presencia de un Zootropo, un juego inventado a finales del siglo XIX y basado en la ilusión producida por el movimiento y el uso de la luz, que en la presente exposición se ha fabricado con los personajes de Toy Story e instalado en una sala oscura, regalando a los visitantes una experiencia inigualable.

Por todo ello, no podemos dejar de recomendaros visitar esta exposición –tenéis tiempo hasta el tres de mayo- y aconsejaros que evitéis los fines de semana si no queréis hacer cola durante más de una hora.