Pasado mañana, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Anticipándonos a la celebración de esa jornada, el primer post de la semana lo hemos dedicado, dividido en dos partes ―la primera hoy y la siguiente mañana―, a mujeres artistas que se inclinaron por un estilo artístico que, como tantos otros, parecía sólo reservado a los hombres.
Nuestra breve selección no incluye, ni mucho menos, la totalidad, ni siquiera gran parte, de las mujeres que, a lo largo del siglo XX, se adscribieron a aquel estilo, pero sí recoge, en breves pinceladas, las biografías de nuestras artistas favoritas.
Sin más demora, comenzamos…
Leonora Carrington (1917-2011). Hija de un próspero fabricante textil, la escritora y pintora Leonora Carrington desarrolló a una muy temprana edad su amor por el arte. A pesar de la oposición paterna, Carrington lograría iniciar sus estudios artísticos en la Ozenfant Academy de Londres. Poco tiempo después conocería al pintor alemán Marx Ernst, quien despertaría su interés por el estilo surrealista.
Unos años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Carrington, como hicieron tantos artistas durante el convulso siglo XX, se mudó a París en busca de inspiración y para, también, profundizar en sus conocimientos artísticos. Allí volvería a coincidir con Ernst ―con el que, a pesar de la diferencia de edad, iniciaría una relación sentimental―, conocería a artistas tan destacados como Joan Miró, André Breton, Pablo Picasso y Salvador Dalí y abrazaría de forma decidida el estilo surrealista.
La detención de Ernst durante el gobierno de Vichy no sólo separaría para siempre a Carrington de Ernst, sino que provocaría que la artista británica acabase recluida en una institución mental y posteriormente, vía Lisboa, emigrase a México, país en el que residiría el resto de su vida y donde trabaría amistad con otros artistas en el exilio, como Remedios Varo.
Para conocer mejor la vida y obra de Leonora Carrington, os dejamos estos enlaces:
Frida Kahlo (1907-1954). Hija de un emigrante alemán exiliado en México, Frida Kahlo es una de las pintoras más famosas de su generación y todo su icono en su país de origen.
La vida de Kahlo, fuente de inspiración inagotable para su propia producción artística, se vio marcada por el dolor y los sufrimientos originados por la poliomielitis, enfermedad que contraería a muy corta edad, y por un aparatoso accidente que la obligaría a pasar largos períodos convaleciente y a someterse a numerosas operaciones, pero que, sin embargo, también propiciaría su carrera como pintora.
Las dos Fridas, 1939 |
Su obra pictórica, influenciada por el propio trabajo de su esposo, el pintor mexicano Diego Rivera, está conformada por 200 obras, autorretratos en su mayor parte, que reflejan el sufrimiento físico padecido por la pintora desde muy joven y las consecuencias derivadas de su accidente, como sus abortos y la imposibilidad de convertirse en madre.
Autorretrato como Tehuana, 1940-1943 |
La consideración de su obra como surrealista está sujeta a una cierta controversia, pues contiene elementos indiscutibles de otros estilos como el expresionismo; además, la propia Kahlo nunca se declaró seguidora de esa corriente artística. Fue André Breton, considerado como fundador y principal exponente del movimiento surrealista, quien, sin embargo, calificaría la obra de Kahlo como surrealista.
Os dejamos con este enlace para conocer mejor la vida y obra de esta artista sin igual:
Y mañana... Maruja Mallo, Remedios Varo y Dora Maar
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