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El próximo año se cumplirán 25 años de la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza. Anticipándose a los fastos que conllevará la celebración de esa efeméride, los responsables de la famosa pinacoteca, en connivencia con los gestores de CaixaForum Barcelona, han diseñado una exposición única, Un Thyssen nunca visto, que estos días, y hasta el próximo mes de enero, puede visitarse en la Ciudad Condal.
Esta exposición temporal, comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo madrileño, reúne 63 obras excepcionales ―42 de las cuales jamás habían sido mostradas hasta ahora en Barcelona―, siendo esta la primera vez que la colección Thyssen-Bornemisza cede parte de su fondo a una exposición temporal. Algunas de esas obras, además, 8 en concreto, proceden del depósito que el Museo Thyssen tiene en el MNAC y que anteriormente habían sido custodiadas por el Monestir de Pedralbes.
Un Thyssen nunca visto, sin embargo, no sólo ofrece al visitante la oportunidad de contemplar excelsos trabajos de artistas consagrados por el tiempo ― Fra Angelico, Bellini, Brueghel, Rubens, Rembrandt, Canaletto, Cézanne, Pissarro, Picasso, Chagall, Hopper…―, sino de hacerlo de una manera única y totalmente diferente a la distribución clásica de obras expuestas aplicada por la mayor parte de pinacotecas del mundo, que agrupan las piezas expuestas según la autoría de sus autores, el período histórico al que pertenecen o, en el caso de famosas donaciones, del benefactor del espacio expositivo.
La presente exposición, por el contrario, en un anhelo de establecer analogías y estimular nuevas lecturas, se halla estructurada en torno a cinco interesantes ejes temáticos:
Sacrum Mysterium. La pintura religiosa como matriz. Fascinante recorrido por el arte religioso del primer Renacimiento y de época mucho más reciente, con obras notables y, en este contexto contrastadas, como La Anunciación de Paolo Veronese, y La Virgen de la Aldea de Marc Chagall.
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| La Anunciación de Paolo Veronese |
Dramatis Personae. Retratos y Personajes. Excelsa selección de retratos y autorretratos realizados en épocas y latitudes muy diferentes y entre los que destaca uno de los autorretratos de Rembrandt o el impresionante Retrato de una joven dama con rosario de Rubens.
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| Retrato de una joven dama con rosario de Rubens |
Vanitas. La destrucción del objeto. La naturaleza muerta interpretada por diversos artistas desde muy diferentes estilos pictóricos y corrientes artísticas.
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| Botella, garrafa, jarro y limones de Paul Cézanne |
De rerum natura. Del paisaje cósmico al interior del bosque (y viceversa). Recorrido ensoñador a través de los paisajes evocadores plasmados por diferentes artistas europeos que, más adelante, reflejaría la corriente del romanticismo con pinturas sublimadas.
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| El arroyo de Brème de Gustave Courbet |
Scaena Urbis. De la veduta al laberinto urbano. Última etapa del recorrido en el que pueden contemplarse las obras de Canaletto, uno de los paisajes urbanos de Pissarro y un buen número de obras producidas durante el convulso siglo XX que reflejan algunas de las más importantes metrópolis occidentales.
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| Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia de Camille Pissarro |
Como todas las exposiciones albergadas por CaixaForum, Un Thyssen nunca visto cuenta con un exquisito y claro recorrido expositivo, secundado por una información documentada, dosificada y no necesariamente profusa, y una excelente y cuidadosa iluminación, echándose en falta, tan sólo, una mayor apuesta por las nuevas tecnologías.
